Moviminento del frente y refugiados

Los repetidos éxitos militares de los rebeldes produjeron flujos masivos de refugiados, que finalmente alcanzaron un total de 3 millones de personas, que buscaban seguridad en las partes de España que permanecían bajo control republicano. Algunos de ellos huirían más de una vez. Este mapa ilustra este proceso de avances rebeldes (las líneas azules) y el posterior movimiento de refugiados (las líneas rojas).

El primer gran episodio fue la huida de personas de las tropas del Ejército de África que avanzó en el verano y otoño de 1936 desde el Sur por Andalucía y Extremadura y para luego girar hacia Madrid. A esta ciudad llegaron casi 500.000 campesinos aterrorizados por las noticias y rumores sobre las atrocidades cometidas por las tropas rebeldes. Cuando la ciudad fue sitiada y comenzaron los repetidos ataques aéreos en noviembre de 1936, las autoridades republicanas los evacuaron, junto con los niños, sus madres y los ancianos y enfermos, a lugares más seguros y mejor abastecidos en la costa mediterránea.

Este fue el segundo gran flujo de refugiados. El tercero gran movimiento fue la huida de decenas de miles de personas de Málaga y la costa granadina hacia Almería en febrero de 1937, cuando aquella ciudad fue tomada por los franquistas. La llamada “Desbandá” se desarrolló de manera trágica, pues los refugiados fueron atacados repetidamente por la aviación y la marina rebeldes. Una vez en Almería, las autoridades republicanas enviaron de nuevo a la mayoría de los supervivientes hacia otras provincias mediterráneas. 

El cuarto gran episodio de refugiados fue en el verano de 1937, cuando la bolsa republicana del norte empezó a desmoronarse ante el avance franquista. Fue un movimiento sobre todo dentro de las regiones de País Vasco, Asturias y Santander. Aunque algunos miles de personas consiguieron llegar a Francia por mar, la mayoría quedó pronto bajo control franquista. 

El último gran movimiento comenzó a finales de 1938 y concluyó en febrero de 1939 con la caída de todo Aragón y Cataluña en manos de los franquistas. Para entonces había en esta última región de 3 millones de personas cerca de 900.000 refugiados de toda España. 

La conquista franquista de Cataluña provocaría otra huida masiva, pero esta vez no había ningún lugar seguro dentro del país al que pudieran ir los refugiados. Unos 450.000 españoles cruzaron la frontera con Francia y se convirtieron en exiliados, si bien unos 300.000 regresarían a España durante este mismo año.