Grafiti del Batallón Madrid en un fortín de Ketura

Tras la fallida ofensiva de Villareal (30 de noviembre-24 de diciembre de 1936), las fuerzas republicanas en el País Vasco fortificaron sus posiciones en la zona limítrofe entre Álava y Vizcaya. Como parte de ese esfuerzo defensivo se construyeron una serie de fortines entre los que se encuentran los de Ketura (Zigoitia, Álava). La posición se mantuvo en manos leales hasta la ofensiva sublevada de la primavera de 1937: las fortificaciones de Ketura cayeron en abril de ese año, aparentemente sin demasiada resistencia, al contrario que otras posiciones vecinas.

Los fortines de Ketura estuvieron ocupados por un cierto Batallón Madrid, del que no existe mucha información. De su presencia en el sector sabemos porque dejaron una serie de grafitis, como el de la imagen, sobre las paredes de los búnkeres que defendían. Junto a los nombres de la unidad han aparecido además numerosos nombres de persona, algunos con indicación de rango (“Capitán Álvarez”). La ideología del batallón se puede inferir por los eslóganes, símbolos y siglas que forman parte del corpus de grafitis: “Viva el Ejército Rojo”, la hoz y el martillo y “UGT”. El Batallón Madrid era, de hecho, una unidad socialista formada en septiembre de 1936 y que se incorporó al recién creado Ejército Vasco (Euzko Gudarostea). Las referencias a la Unión Soviética ponen de manifiesto la gran influencia que tuvo el comunismo entre las organizaciones socialistas durante la Guerra Civil, mientras que el nombre del batallón, así como las múltiples veces en que “Madrid” aparece repetido en los graffiti de Ketura, son testimonio elocuente de la importancia de la capital para los republicanos como símbolo de resistencia y de esperanza en la derrota del fascismo. De hecho, existen varios batallones “Madrid”, como los de la 48 Brigada Mixta que operó en el frente de Guadarrama y la XII Brigada Internacional.