La Legión Condor y "los otros Guernicas"
Repository: Sabino Arana Fundazio, Bilbao, Spain
Date Created: 1937
Type: Photographs
Extent: 1 item
Geographic Region: Gernika, Biscay, Spain
43.31436, -2.67785
Guernica, villa foral vasca de gran simbolismo para el nacionalismo vasco por albergar la Casa de Juntas y el árbol que simboliza las libertades nacionales de Euzkadi, fue destruída por un ataque aéreo de la Legión Cóndor nazi con la colaboración de la Aviazione Legionaria fascista italiana, el 26 de abril de 1937La villa fue bombardeada e incendiada por varias oleadas de aviones Junkers 52, Heinkel 111, Dornier 17 y Savoia-Marchetti SM.79, acompañados por Heinkel 51 y Messerschmitt 109 de caza y ametrallamiento durante la ofensiva franquista contra Bilbao. Los aviones procedían de Vitoria, Logroño y Soria y emplearon primero bombas rompedoras y después bombas incendiarias; en concreto bombas de 250 y 50 kg así como tres mil proyectiles incendiarios de aluminio de 1 kg. Los cazas ametrallaron a la población al descubierto. El centro urbano de la villa fue arrasado y el 85 por ciento de los edificios -de un total de 271- fueron destruidos.
Cuatro días después, el comandante de la Legión Cóndor, Wolfram von Richthofen, escribió en su diario: “Guernica… literalmente arrasada. Ataque realizado con bombas 250 kg y bombas incendiarias - alrededor de un tercio del total. Cuando llegó la primera escuadrilla de Junkers ya había humo por todas partes; nadie pudo identificar los objetivos de las carreteras, el puente y el suburbio, por lo que simplemente dejaron caer todas las bombas sobre el centro…. Los materiales de las casas: techos de tejas, porches de madera y entramados de madera resultaron completamente arrasados…Todavía se pueden ver cráteres de bombas en las calles. Simplemente fantástico…Completo éxito técnico de nuestras bombas de 250 kilos y las de uno, incendiarias.” Por el contrario no fueron atacadas las fábricas de armamento ni tampoco el puente de Errentería, lo que deja clara la voluntad de los atacantes de actuar sobre objetivos civiles. Su objetivo era ensayar el bombardeo incendiario sobre edificios y poblaciones de tamaño y estructura parecidas a otras de países vecinos de Alemania, como Polonia y Bélgica, con vistas a futuras operaciones bélicas.
El resultado del bombardeo de Guernica en términos de víctimas fue, según las últimas investigaciones, alrededor de 300 muertes, muchas de las cuales se produjeron dentro de un refugio antiaéreo que fue alcanzado. El Gobierno vasco estimó los fallecidos en cerca de 2.000. Es un tema que continúa siendo polémico. Nunca se conocerá con certeza el número exacto de muertes dado que el día del bombardeo era de mercado y se encontraban en la población muchas personas no residentes. Esto, unido al hecho de que el desescombro total de las ruinas de la villa no se completó hasta 1941, impidió la identificación de muchos de los restos que fueron apareciendo.
El conocimiento de lo sucedido en Guernica se difundió rápidamente y se sucedieron las condenas internacionales. El gobierno vasco lo denunció y varios periodistas extranjeros que se encontraban en Bilbao visitaron las ruinas, como George Steer, del “Times” de Londres, que recogió evidencias de la autoría alemana del ataque y desmintió la versión franquista, logrando una gran difusión. El bombardeo de Guernica se convirtió en un símbolo del antifascismo y el pintor Pablo Picasso realizó el cuadro alegórico que se expuso en el pabellón español de la Exposición Internacional de París y desde entonces adquirió fama mundial.
El bombardeo de Guernica oscureció otros ataques aéreos realizados por los franquistas y sus aliados en el País Vasco, que provocaron igualmente una gran destrucción y mortalidad, como el efectuado por la Aviazione Legionaria italiana sobre Durango cinco días después de Guernica, el 31 de marzo de 1937, que causó 361 muertos y centenares de heridos, así como la destrucción completa o parcial de más de 300 edificios, incluyendo seis de tipo religioso. Y que alcanzó igualmente la localidad de Elorrio. Otros bombardeos, éstos anteriores, fueron los de Otxandio del 22 de julio de 1936 y un primero de Durango del 25 de septiembre de ese mismo año.