La Revolución Rusa: Sus hechos y sus hombres (1918)
Creator: Izquierdo Durán, José
Source:
Biblioteca personal del autor
Date Created: 1918
Extent: 1 item
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En 1918 Ezequiel Endériz, periodista de El liberal, publicó el libro La revolución rusa: Sus hechos y sus hombres, un relato de los sucesos acaecidos en Rusia el año anterior, cuya portada ilustró el dibujante José Izquierdo Durán. La Guerra civil y la persecución franquista truncarían veinte años después la vida de ambos: Endériz partió al exilio francés en 1939, de dónde nunca regresó, e Izquierdo falleció en la cárcel madrileña de Porlier aquel mismo año.
La crónica de Endériz, que solo abarcaba la revolución de febrero, quedó desfasada tras la vorágine revolucionaria de octubre. Pero Izquierdo sí captó en su ilustración una imagen icónica y perdurable de aquel terremoto que sacudió el mundo, al representar la peor pesadilla de las gentes de orden: el arquetipo del revolucionario armado. Durante décadas, sus rasgos sobrevolaron Europa tal cual los figuró Izquierdo, apareciendo en periódicos, dibujos, caricaturas o novelas: camisa roja, fusil en mano o bandolera, barba asilvestrada, pelambrera revuelta, mirada fiera y sanguinaria…
Setenta años después de que Marx y Engels publicaran el Manifiesto Comunista ahora sí era cierto que el fantasma del comunismo recorría Europa, encarnado en un revolucionario feroz, dispuesto a derruir todo cuanto hallara a su paso. Alimentado con imágenes que llegaban de Rusia, bebía también de un imaginario bien arraigado en el siglo anterior: los garibaldinos con sus casacas rojas, los communards parisinos, las internacionales obreras, el anarquismo, las reiteradas agitaciones campesinas…
Los revolucionarios habían demostrado que era posible acabar con el orden político y social construido tras las revoluciones liberales. Además, tenían una declarada vocación internacionalista que iba más allá de la mera retórica. En 1919 consiguieron proclamar en Hungría y Baviera sendas repúblicas soviéticas que fueron rápidamente sofocadas.
Cuando el final de la Gran Guerra y la reconversión de las economías volcadas en el esfuerzo bélico provocaron una oleada de movilizaciones obreras en toda Europa, las gentes de mentalidad conservadora temieron que tal agitación fuera solo el preludio de una gran hecatombe revolucionaria. Por eso estas etapas conflictivas recibieron en muchos países denominaciones inspiradas en la revolución rusa. En Italia, por ejemplo, fueron conocidos como Bienio rojo y en España como Trienio bolchevique. Rojos y bolcheviques perturbarían ya el sueño de muchos ciudadanos europeos hasta bien avanzado el siglo…
MML