Monumento a los Caídos

ESTE MONUMENTO FUE COSTEADO POR SUSCRIPCIÓN PÚBLICA Y CON LA APORTACIÓN DEL MANDO ECONÓMICO SIENDO CAPITÁN GENERAL DEL ARCHIPIÉLAGO EL EXMO SR DN FRANCISCO GARCÍA-ESCÁMEZ INIESTA - AÑO MCMXLVI

[Inscripción en el reverso del monumento]

Este monumento, en la Plaza de España, Santa Cruz de Tenerife, terminado en 1946, se inauguró en el 17 de febrero 1947. Fue el resultado de un plan de Francisco García-Escámez Iniesta (1893-1951), quien había ascendido por los rangos militares y se hizo Capitán General del Archipiélago en 1943. García-Escámez Iniesta se reconoció por su servicio durante la Guerra de Rif, y había trabajado con General Emilio Mola en las preparaciones por la sublevación militar en julio 1936. Había un concurso por el diseño del monumento, con el requisito que debe ser ‘un homenaje en conmemoración de los caídos canarios en la Guerra de Liberación’

El ganador fue el arquitecto tinerfeño Tomás Machado y Méndez-Fernández de Lugo (1908-2003). El monumento se compone de un obelisco en forma de cruz con un mirador encima y está situado en una plaza circular de diámetro 75 metros. La base del obelisco tiene dos esculturas al frente, dos bajorrelieves en los lados y hay una cripta por debajo. La escultura más alto, por Enrique Cejas Zaldívar (1915-1986), se llama ‘La alegoría de la Patria sosteniendo al Caído’ y la más baja es ‘La Victoria’ por Alonso Reyes Barroso (1913-1978). Dos soldados con espadas en descanso, también por Cejas, se sitúan al perímetro de la plaza circular. La inscripción al frente dice ‘Tenerife en Honor a todos los que dieron su vida por España’

En 1950 General Franco visitó a Tenerife y puso una corona de flores por ‘los que dieron su vida por Dios y por España’.

En 2019 el ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife contrató un informe sobre los símbolos Franquistas que persiste en la isla; se encontró que la ejecución de este monumento se empleó mano de obra recurriendo a presos políticos y que incumple la Ley de Memoria Histórica 2007. Se recomendó que continuara el proceso de resignificación que empezó hace más de 20 años—que incluyo la desconsagración de la cripta y la exhumación de los restos de Capitán Gómez Landero que se murió luchando por los Nacionalistas en 1937. En la actualidad el retiro o la modificación de los vestigios Franquistas en Tenerife se someten de discusiones políticos en curso.