El lápiz del carpintero de Manuel Rivas

Este lápiz, rotulado con el nombre de la novela de 1998 de Rivas El lápiz del carpintero fue ofrecido de forma gratuita con cada copia del libro, y representa la cultura material de la memoria del siglo XXI en España.

Este breve trabajo explora las acciones heroicas de su protagonista, el doctor Daniel Da Barca, y el tema del trauma del perpetrador a través de la figura del soldado franquista Herbal. La acción transcurre en Galicia, zona que no tuvo grandes combates en la Guerra Civil al caer pronto en manos rebeldes, pero no escapó a la violencia de la represión franquista. Investigaciones recientes, incluyendo al base de datos Nomes e Voces creada por investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela ha buscado revelar las dimensiones desconocidas de la resistencia republicana en Galicia, a la vez que su tradición liberal y sentimiento nacionalista. Galicia has sido afectada doblemente por los vaivenes de la memoria durante la dictadura y la transición a la democracia: no solo hubo un bloqueo a la memoria de la guerra hasta el final del milenio, sino que también la ausencia de batallas de relevancia en esa región ha obstaculizado más que en otros lugares la transmisión de la memoria del conflicto. Las novelas de Manuel Rivas sobre el periodo, incluyendo El lápiz del carpintero y Los libros arden mal, constituyen una reivindicación de esa historia olvidada.

El lápiz del carpintero es un icono de memoria que ofrece una conexión tangible con la historia. Reivindica las historias perdidas de muchos víctimas anónimas, calladas y heroicas, de la represión franquista. En la novela, el lápiz actúa como una conexión metafórica entre las vidas y las experiencias de los varios caracteres que lo poseen y usan, incluyendo el Pintor, quien dibuja las caras de sus compañeros prisioneros como si fuesen santos en la fachada del Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago. Al final el lápiz cae en las manos de Herbal, el soldado brutalizado por su padre durante una infancia terrible. Creando un puente en apariencia impasible, el lápiz lleva a cuestionar categorizaciones fáciles entre víctimas y perpetradores, que lleva a herbal a reconsiderar su vida y traer a la luz el heroísmo de aquellos que fue ordenador arrestar y en última instancia matar durante la guerra.

Como objeto material, el lápiz también evoca la recuperación de objetos durante las exhumaciones de fosas comunes en España de las últimas décadas. Mientras que esas exhumaciones son posteriores a la novela de Rivas, su trabajo señala la importancia de preservar trazas materiales del pasado como medio de conectar físicamente con las historias perdidas.