El apoyo mexicano al exilio español
Repository: Ateno Español de México, Cuidad de México, México
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Tras el fracaso del golpe militar y el inicio de la Guerra Civil el presidente de México general Lázaro Cárdenas ofreció su apoyo a la República Española, hacia cuyo gobierno del Frente Popular sentía una fuerte afinidad, enviándole armas y suministros. Con ello se desmarcó de la tendencia no intervencionista dominante, en un nuevo paso del fuerte protagonismo que venían adquiriendo el presidente mexicano y su gobierno en política exterior en su defensa de la legalidad internacional y que ya se había manifestado antes con sus protestas por la agresión fascista italiana a Abisinia y que se manifestaría nuevamente, en 1938 y en 1939, a raíz de los casos de Austria y Checoslovaquia. Ello conllevarí l el aislamiento internacional de México , fracasando en su intento de convertirse en un referente moral.
México envió más de veinte mil fusiles, así como ametralladoras, cañones, municiones y aeroplanos. Las fábricas mexicanas aumentaron su producción para intentar proveer al máximo al Ejército republicano. Igualmente prestó su apoyo para actuar en diferentes ocasiones como aparente comprador de armas europeas que en realidad adquiria el gobierno republicano. Con ello se convirtió, junto con la Unión Soviética, en uno de los dos proveedores más fiables de armamento para el ejército republicano.
Según Ojeda Revah, los fletes de armas de México a España fueron secretos y no hay manera de conocer su cantidad precisa ni su valor. Las fuentes también difieren en lo que concierne a embarques documentados. Por ejemplo, el 25 de septiembre de 1936, según el diario parisiense Le Temps, el buque de vapor América, con bandera mexicana, salió de Amberes oficialmente hacia Veracruz, pero en realidad su destino era un puerto español (...) Según el agregado militar de Estados Unidos en Ciudad de México, el mismo cañonero Durango -que había evacuado a varios mexicanos y españoles refugiados en la Embajada de México en Madrid- transportó en septiembre de 1936 8.000.000 de cartuchos y 8.000 rifles a un puerto no revelado en España. También trajeron de contrabando varios aviones desde Estados Unidos a México, que fueron ocultados en el puerto de Veracruz, equipados con armas para convertirlos en bombarderos, y después enviados por mar a España.
La segunda vertiente de la ayuda mexicana a la República fue el apoyo y acogida de exiliados en 1939. En primer lugar en Francia, y después en el propio México, acogiendo entre veinte y veinticinco mil personas. Ya en 1937 y tras la intercesión de la esposa de Cárdenas, Amalia Solórzano, presidenta del Comité de Ayuda a los Niños del Pueblo Español, el país acogió a 456 niños y niñas, los conocidos como “Los Niños de Morelia”. Pero fue tras el fin de la contienda cuando el gobierno mexicano protegería a exiliados en Francia. Tal fue el caso del propio el presidente de la República Manuel Azaña, fallecido en 1940 en Montauban estando acogido por la embajada. Gracias al embajador en París, varios miles más pudieron salir de los campos de concentración y llegar a México en buques como el Sinaia, que llegó a Veracruz el 13 de junio de 1939, seguido después de otros como el Ipanema, Mexique, Nyasa y el Champlain.