Oggi in Spagna, domani in Italia
Después de una década de violencia y represión, la guerra de España hizo renacer las esperanzas de la oposición al fascismo en Italia gracias a las noticias que llegaban sobre italianos que luchaban y daban su vida en España en defensa de la República. Carlo Rosselli, fundador del movimiento Giustizia e Libertà lo resumió en un famoso discurso retransmitido el 13 de noviembre de 1936 por Radio Barcelona: «Oggi in Spagna, domani in Italia» (Hoy en España, mañana en Italia). Su heroico ejemplo cuestionaba todo el montaje propagandístico destinado a denigrarlos como cobardes y traidores huidos de la patria. En los ambientes de militantes obreros y de la oposición clandestina, esas noticias incidieron sobre un malestar difuso a causa del paro y del encarecimiento de la vida, mientras no dejaba de crecer el miedo a una nueva guerra europea.
Tras la caída del régimen en 1943, y sobre todo tras la derrota del Eje en 1945, la memoria de la guerra española quedó englobada, y en gran medida invisibilizada, por el relato de la Resistencia. Esta memoria hegemonizada por el Partito Comunista Italiano (PCI), también escondió bajo la supuesta unidad antifascista de los voluntarios en España la gran pluralidad ideológica que les había caracterizado, en particular de los anarquistas, quienes habían sufrido la represión consiguiente a los sucesos de mayo de 1937 en Barcelona, incluso con el asesinato de militantes como Camillo Berneri y Francesco Barbieri por agentes estalinistas.
Por eso las Brigadas Internacionales constituyeron el mito dominante en la posguerra italiana, mantenido institucionalmente gracias a asociaciones como la AICVAS (Associazione Italiana Combattenti Volontari Antifascisti di Spagna) o el Istituto Nazionale Ferruccio Parri (hoy con su proyecto Data Spanish Civil War). Para los democristianos, incluido el sector degasperiano más antifascista, en cambio la guerra civil recordaba la violencia anticlerical y, además, pesaba el apoyo incondicional del Vaticano al régimen de Franco, al menos hasta el aggiornamento conciliar de los años sesenta.
El protagonismo de líderes republicanos, socialistas y especialmente comunistas en la vida política italiana de la posguerra, con nombres como Palmiro Togliatti, Luigi Longo (autor de Le Brigate Internazionali in Spagna), Vittorio Vidali, Pietro Nenni o Randolfo Pacciardi mantuvo vivo el recuerdo de la guerra, actualizado en la oposición a la dictadura de Franco. Mientras tanto, en la administración o el ejército italiano, así como en el neofascismo de organizaciones como el Movimento Sociale Italiano (MSI), permanecían activos muchos de los combatientes al lado de los sublevados que, de manera simétrica, colaboraban con la diplomacia franquista.
En esa memoria pública «resistencial», utilizada como cemento político de la izquierda frente al neofascismo, sobre todo en los años sesenta y setenta, la cultura ocupó un lugar clave por su amplia capacidad de difusión en la sociedad italiana. Un ejemplo fue la recopilación de los escritos de Carlo Rosselli con el título Oggi in Spagna domani in Italia, con una introducción de Aldo Garosci, autor a su vez de Gli intellettuali e la Guerra di Spagna (Los intelectuales en la guerra de España, 1959), o de la narración L’antimonio de Leonardo Sciascia en su obra Gli zii di Sicilia (Los tíos de Sicilia, 1960), donde recuperaba la memoria de los campesinos y obreros sicilianos que habían sido enviados por Mussolini a combatir en España.
FJMS