Monumento a los Caídos por España
Creator: Velázquez, Isidro
Date Created: 1840
Type: Monuments
Extent: 1 item
Geographic Region: Madrid, Spain
40.4167, -3.70358
En el decimo aniversario de su ascensión al trono de España, proclamado por las Cortes el 22 de noviembre de 1975, el rey Juan Carlos I inauguró un monumento a todos los caídos por España. En realidad, la ceremonia solo resignificó un monumento ya existente situado en la Plaza de la Lealtad de Madrid. El monumento original, dedicado a los héroes del Dos de Mayo, era más conocido popularmente como El Obelisco. Consiste en un gran obelisco que fue inaugurado en 1840 para conmemorar a los muertos de la revuelta popular contra las tropas francesas que ocupaban la capital el 2 de mayo de 1808. Con la ceremonia de 1985 se añadió una llama eterna y una nueva inscripción honrando a todos los que dieron su vida por España.
El contraste con el Valle de los Caídos de Franco es enorme, y la modestia de las alteraciones del monumento reflejan la naturaleza tentativa de las iniciativas de memoria del Estado en España en la década posterior a la muerte del dictador. Mientras que la ceremonia de 1985 no mencionó de forma explícita a la Guerra Civil, al final del evento Juan Carlos saludó a veteranos de ambos bandos del conflicto. La selección de un monumento a los muertos de la Guerra de Independencia, convencionalmente vista como un esfuerzo unitario nacional, para resignificarlo para una España moderna que mira al futuro implicó un deseo de reconciliación con la historia de conflictos internos del país. Este mismo momento fu de nuevo evocado in 2008, durante el bicentenario de la revuelta y el año que siguió a la Ley de Memoria Histórica de 2007, cuando Juan Carlos habló de la importancia del 2 de mayo en la formación de la conciencia nacional española basada en la libertad, unidad, igualdad y solidaridad.
La intersección de las conmemoraciones estatales de la Guerra de Independencia y de la Guerra Civil en España demuestra de qué modo diferentes memorias de guerra pueden permanecer vivas en la política y en la sociedad, interactuando en ciertos momentos de la historia. La importancia del 2 de mayo ha decaído y desaparecido en la historia moderna de España. Durante la Segunda República la fecha solía ser eclipsada por las celebraciones del 1 de mayo. Luego, durante la Guerra Civil y el cerco a Madrid, la fecha era vista por el partido Comunista de España como un ejemplo paralelo de resistencia popular contra un invasor extranjero y como una forma de resaltar el apoyo del Eje a la causa franquista. Por el contrario, los rebeldes veían en la Guerra de Independencia la defensa del catolicismo y la dinastía borbónica, y el 2 de mayo fue la primera fiesta nacional que declararon el 13 de abril de 1937, no por casualidad para oscurecer la fecha de la proclamación de la República el día siguiente. El 2 de mayo estuvo pues imbuido de un significado político e ideológico durante la Guerra Civil. Después de la Segunda Guerra Mundial, el 2 de mayo se hizo cada vez menos importante para el régimen franquista, sobre todo cuando sus pretensiones de legitimidad política se trasladaron de la victoria heroica al desarrollo económico de los años sesenta.
Al resignificar el monumento del 2 de mayo para conmemorar a todos los que murieron por España, Juan Carlos propuso una reconciliación de tradiciones históricas diferentes que a la postre no ha conseguido calmar las peticiones de justicia y memoria de la Guerra Civil en la España contemporánea.