Brigadistas suizos delante del restaurante "Eintracht" en Neumarkt, Zúrich, tras su regreso a Suiza en 1939

La foto muestra a un grupo de brigadistas suizos delante del restaurante "Eintracht" en Neumarkt, Zúrich, tras su regreso a Suiza en 1939, donde les esperaba la cárcel. Hoy existe una placa conmemorativa de este encuentro en la fachada del restaurante « Neumarkt ». 

Unos 40.000 antifascistas, entre ellos muchos intelectuales de renombre, acudieron a las Brigadas Internacionales. 815 suizos lucharon en el bando republicano en la Guerra Civil española entre 1936 y 1938. Después de la Legión Extranjera francesa, en la que sirvieron entre 30.000 y 40.000 suizos desde 1831, y las Waffen SS alemanas, que atrajeron a unos 900 voluntarios suizos, las Brigadas Internacionales son, por tanto, la unidad militar en la que prestaron servicio militar el tercer mayor número de voluntarios suizos en los siglos XIX y XX. 

De los combatientes suizos en España en el bando republicano, el 59,8% eran miembros del Partido Comunista o de su organización juvenil, el 12,1% miembros del Partido Socialdemócrata o de su organización juvenil, el 3,6% anarquistas, el 2,3% antiguos miembros del Partido Comunista, el 1,5% antiguos miembros del Partido Socialdemócrata y el 0,9% trotskistas. Así pues, en comparación con otros países, los comunistas estaban representados en una proporción superior a la media. La edad media era de unos 27 años; la mayoría de los combatientes suizos eran solteros. El número de muertos no se conoce con exactitud, pero oscila entre el 20 y el 26%. De los que sobrevivieron, aproximadamente la mitad habrían sufrido heridas. 

Suiza fue la única democracia que persiguió sistemáticamente a sus brigadistas. La Constitución Federal de 1848 ya había prohibido la celebración de nuevas capitulaciones militares sin derogar, no obstante, las existentes. En 1859, una ley federal prohibió también a los individuos alistarse en "unidades militares extranjeras no nacionales"; durante mucho tiempo, sin embargo, la prohibición se aplicó de forma bastante generalizada. Hasta 1927 no se consagró en el Código Penal Militar (art. 94) la prohibición general de alistarse en el servicio militar extranjero. Poco después del estallido de la Guerra Civil española, el Consejo Federal endureció la prohibición con dos decretos federales que prohibían la exportación de material bélico de todo tipo a España, la salida hacia España para participar en la guerra civil, así como su favorecimiento desde Suiza. Un total de 550 combatientes fueron procesados y 420 condenados. La duración de las penas de prisión osciló entre 15 días y cuatro años; el 81% de los condenados fueron condenados a penas de entre uno y seis meses de prisión. En la mayoría de los casos, las penas de prisión se combinaron con una suspensión de los derechos civiles de entre uno y cinco años. 

Hoy existe una placa conmemorativa de este encuentro en la fachada del restaurante « Neumarkt ».  

LCS