El certificado de defunción de Fleming Sheridan
Repository: Library and Archives Canada, Ottawa
Creator: Ministry of National Defense of the Spanish Republic
Source:
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Library and Archives Canada, MG30-E173, Volume number 1, file 10
Date Created: 1938-10-17
Type: Letter
Extent: 1 item
41.75787, 2.03118
El 16 de octubre de 1938, Don Antonio Cordón García, Coronel de Artillería y Subsecretario del Ejército del Ministerio de Defensa Nacional de la República Española, expidió el certificado de defunción de un canadiense llamado Fleming Sheridan. Sheridan, un leñador de 23 años de Cochran, Ontario, era un miembro del Partido Comunista Canadiense que fue a luchar en la Guerra Civil Española en diciembre de 1937 y murió a causa de sus heridas en un hospital militar el 30 de julio de 1938. Murió durante la Ofensiva del Ebro, que fue la última republicana de la guerra. Las fuerzas republicanas ya estaban significativamente debilitadas y los camiones de suministros no pudieron llegar al frente el 27 y 28 de julio de 1938. Con sólo dos ambulancias, no fue posible una evacuación exitosa. Las bajas de esta ofensiva fueron numerosas, y entre ellas se encontraba Sheridan, quien aparentemente fue evacuado del frente, pero sucumbió a sus heridas unos días después en el hospital.
El de Sheridan es uno de los varios certificados de defunción emitidos por el Gobierno republicano español por las bajas del batallón canadiense Mackenzie-Papineau. Ejemplos de otros voluntarios que se encuentran en estos certificados son William Stanley Henderson, un camionero de 33 años que vivía en St. Catherine's, Ontario, y Calgary, Alberta, y murió en combate durante las retiradas en abril de 1938; James MacCallum, canadiense de 31 años nacido en Escocia y también muerto en abril de 1938; James Cochrane, de 34 años, que había vivido en Bruselas y Windsor, Ontario, y murió en combate en Segura de los Baños en febrero de 1938; y George Cambell, un hombre de 38 años que vivía en Vancouver, Columbia Británica y murió en combate en Gandesa el 27 de julio de 1938.
Sheridan y los demás cuyos nombres figuran en estos certificados de defunción fueron algunas de las muchas víctimas canadienses de la Guerra Civil Española. De los 1.681 voluntarios canadienses, es imposible obtener estadísticas exactas de aquellas. Más de 400 voluntarios fueron dados por muertos, ya sea fallecidos o desaparecidos en acción. Sin embargo, innumerables cuerpos nunca se encontraron, por lo que es imposible obtener cifras precisas. Además, ninguna de las víctimas canadienses tiene una tumba marcada. Si bien estos certificados de defunción contienen detalles limitados, son documentos gubernamentales impersonales y están escritos en español, que presumiblemente muchas de las familias y seres queridos de los fallecidos no pudieron leer, sí ofrecen confirmación oficial de la muerte del voluntario canadiense, que es algo que muchos de los seres queridos de los voluntarios fallecidos o desaparecidos no recibieron. Las víctimas canadienses del conflicto también continuaron después de la guerra, con al menos cuatro voluntarios suicidándose. Pocos supervivientes expresaron arrepentimiento por su participación en la guerra, pero muchos llevaron consigo lo que vieron en España por el resto de sus vidas y continuaron recordando a sus amigos y compañeros voluntarios que no habían regresado con ellos a Canadá.
MMcK