Brunete destruído
Repository: Biblioteca Nacional de España, Madrid, Spain
Creator: Informaciones Gráficas Mayoral
Contributor: Delegación del Estado para Prensa y Propaganda
Source:
Fond or Collection
Brunete (Madrid).. Vistas del pueblo destruido.. Escenas de guerra [Material gráfico] / Informaciones Gráficas Mayoral, Foto Delespro… [et al.]
Reference Code
GC-CAJA/61/2 bdh0000141287
Date Created: 1937
Type: Photographs
Extent: 1 item
Geographic Region: Brunete, Spain, Madrid, Spain
40.40505, -3.99799
Para evitar la ofensiva sobre Santander y al mismo tiempo mejorar la situación estratégica del Ejército Popular en torno a Madrid, la República lanzó el 6 de julio de 1937 una importante ofensiva que pasaría a la historia como la Batalla de Brunete. Cuando terminó el día 25, estos objetivos no fueron alcanzados y por eso se debe considerar el resultado como una derrota estratégica republicana. Fue la última batalla en torno a Madrid de la guerra.
Las posiciones franquistas estaban relativamente aisladas unas de otras en un frente discontinuo. El grueso del ejército rebelde estaba en el norte, incluyendo la aviación. El plan republicano era simple y novedoso: una gran maniobra envolvente en forma de arco que cayese desde el norte sobre las tropas que, de forma estática, rodeaban Madrid. Si tenía éxito, buena parte del ejército franquista en torno a la capital quedaría copado y se abriría un enorme boquete en el frente. Para llevar a cabo este plan, los republicanos amasaron 130 tanques T-26. La ofensiva comenzó bien para los republicanos y durante los dos primeros días arrollaron algunas posiciones franquistas, tomando incluso Brunete y avanzando más de una decena de kilómetros hacia el sur. Pero pronto comenzaron los problemas.
Muchas guarniciones franquistas consiguieron repeler los asaltos de los republicanos. Los combates fueron muy duros y ambos bandos mostraron gran valor, pero los republicanos cometieron el error de empeñarse en tomar esos puntos fuertes en vez de rodearlos y proseguir con celeridad para alcanzar sus objetivos finales. Además utilizaron mal la superioridad de sus tanques al usarlos, siguiendo la doctrina francesa, de forma dispersa en apoyo de la infantería. Esto limitó su poder rompedor y permitió a la artillería antitanque franquista causarles graves bajas. Los franquistas, en cambio, aconsejados por los alemanes, emplearon de forma compacta y más eficaz sus muy inferiores tanques Panther. Además, la ventaja aérea inicial se perdió con la llegada de la Legión Cóndor que trajo los aviones más modernos que se verían en la guerra, los famosos cazas Bf 109 y los bombarderos He 111. Con su llegada se confirmó el declive tecnológico y en número de la aviación republicana. También llegaron al frente varias divisiones que se retiraron del Frente Norte -donde en efecto se detuvo la ofensiva sobre Santander durante un mes más- y que dieron paridad en número de hombres a ambos bandos pero ventaja material a los rebeldes.
Al final los franquistas reconquistaron casi todo el terreno perdido. El Ejército Popular había demostrado cierto progreso, sabía ahora atacar, pero era incapaz de aprovechar las rupturas del frente y de progresar en su avance. No era todavía un ejército de maniobra de verdad.
La batalla fue muy sangrienta: dejó cerca de 40.000 bajas entre ambos bandos. Dos de ellas merecen especial atención. Uno fue el comandante del Batallón Lincoln, Oliver Law, el primer oficial afroamericano con mando sobre tropas blancas, que pereció en combate. La otra fue Gerda Taro, la famosa fotógrafa pareja de Robert Capa, quien fue arrollada accidentalmente por un tanque.