Plaza de toros de Badajoz
Repository: Fundação Mário Soares, Lisbon
Creator: Neves, Mario
Repository: DRR - Documentos Ruella Ramos
Source:
Fond or Collection
DRR - Documentos Ruella Ramos
Date Created: 1936-08-15
Type: Newspapers
Extent: 1 item
Geographic Region: Lisbon, Portugal
38.70775, -9.13659
El Puente aéreo entre Marruecos y el sur de la Península establecido por los rebeldes y su aliados alemanes e italianos a finales de julio de 1936 no sólo permitió reforzar su control de Andalucía occidental sino también organizar las primeras columnas que iban a avanzar sobre Extremadura. Estas demostraron una gran agresividad en el combate y un alto nivel de crueldad en la represión de los vencidos.
Fue una lucha breve, intensa y desigual. Por un lado, estaban las tropas profesionales, bien entrenadas y con un mando unificado. Por otro lado, una mezcla de milicianos, guardias civiles, guardias de asalto y soldados leales a la República, a menudo con mandos improvisados cuya autoridad se cuestionaba. Durante la conquista de la provincia de Badajoz en agosto, el patrón de las batallas fue bastante uniforme. Los republicanos esperaban la llegada de los franquistas en trincheras rápidamente construidas y pobremente concebidas, o aprovechando las murallas medievales, tapias de edificios de sólida construcción o los cauces de los ríos. Los franquistas avanzaban en columnas de unos 1.000 a 1.500 hombres cada una –tres en esta campaña- con gran movilidad, y decidían dónde y cómo atacar. Los republicanos a veces conseguían parar el ataque de sus enemigos unas horas, pero eran incapaces de maniobrar y cuando se daban cuenta que estaban a punto de ser copados, si podían, emprendían una retirada desorganizada hasta la siguiente población en la que volvían a atrincherarse.
Comandada por el teniente coronel Asensio Cabanillas, el 2 de agosto salió la primera columna, compuesta por legionarios y regulares, desde Sevilla hacia Extremadura, dejando detrás un reguero de sangre en los pueblos que iba conquistando, a menudo sin pegar un tiro. Llevaban listas de individuos a eliminar, y les asesoraban gente de las localidades que tomaban. El 3 de agosto se le unió otra columna mandada por el comandante Antonio Castejón. Llegaron a Almendralejo y tras un breve combate lo tomaron el día 6. Enseguida fusilaron quizás unas 1.000 personas. Lo mismo ocurrió en Mérida el 10. Con la toma de esta última quedaba unidas la zona norte y sur de la España sublevada. El siguiente objetivo era Badajoz.
Las tropas que se dirigieron a Badajoz estaban mandadas por el teniente coronel Juan Yagüe. Eran unos 3000 legionarios y soldados regulares marroquíes. Unos miles de milicianos, más guardias y soldados, se aprestaron a defender la ciudad amurallada. La Guardia Civil, no obstante, intentó pasarse a los atacantes. La ciudad fue bombardeada durante tres días, y fue asaltada el 14. Las ametralladoras de los milicianos hicieron retroceder a los atacantes con graves pérdidas pero estos eventualmente consiguieron hacerse con una puerta de la muralla y penetrar en Badajoz. Los atacantes entraron a cuchillo. Al final del día consiguieron atrapar hasta 4.000 hombres a los que concentraron en la plaza de toros. Inmediatamente empezaron a fusilarlos en lo que ha pasado a la historia como la Masacre de Badajoz. El responsable directo de la misma fue Yagüe, aunque Franco estuvo al corriente de todas las operaciones. Los cuerpos de la víctimas fueron luego quemados.