Sello marroquí
Creator: Barid Al-Maghrib
Date Created: 2021
Type: Tarjetas postales
Extent: 1 item
34.02236, -6.83402
El periodo previo a la Primera Guerra Mundial fue el del esplendor del imperialismo europeo. España se sumó a esta tendencia cuando, después de perder sus colonias antillanas y Filipinas en 1898, buscó resarcirse en el Norte de África, centrándose en Marruecos. En la Conferencia de Algeciras de 1906, los demás estados europeos concedieron a España un área de influencia en el norte de ese país.
Desde el principio se demostró que la empresa no iba a ser fácil. En 1909 se produjo un descalabra de una columna española a las puertas de Melilla, en el Barranco del Lobo. La llamada a filas a hombres ya licenciados para luchar en Marruecos provocó la revolución popular conocida como la Semana Trágica unos días después. La guerra era muy impopular entre las clases bajas, cuyos hijos, a diferencia de los de los ricos, no podían escapar al reclutamiento pagando una cantidad al Estado. La muy reducida izquierda parlamentaria también denunciaba la guerra o al menos la injusticia del sistema de reclutamiento.
Para evitar muertes de españoles, en 1912 se creó le cuerpo de Regulares. A imitación de otras potencias coloniales, la idea era que los nativos pagasen el precio de sangre de la conquista. En 1920 se creó otra unidad de extranjeros, la Legión. A pesar de ello, el pobremente motivado, entrenado y armado ejército español hizo progresos modestos en la conquista del norte de Marruecos. Las tribus locales eran aguerridas, conocían el terreno y rechazaban la incursión de unos infieles extranjeros. Mientras tanto, el ejército, animado por el rey Alfonso XIII, estableció un sistema de recompensas y ascensos acelerado y fuera de proporción con la realidad que resultó en unas carreras militares meteóricas. Gracias a este, los españoles pronto conocerían los nombres de oficiales como José Sanjurjo, José Millán-Astray , Francisco Franco, Manuel Goded o Emilio Mola. Eran los más famosos entre la generación de militares ambiciosos, imperialistas y autoritarios llamados “africanistas”.
La pobre planificación en el relanzamiento de las operaciones militares llevó a la derrota masiva de los españoles en la batalla de Annual, en julio de 1921 a manos de un ejército comandado por Mohammed Abd-el-Krim (cuya imagen aparece reproducida en el sello conmemorativo del centenario de la batalla), quien había proclamado una república independiente en el Rif. Murieron unos 10.000 hombres. La guerra solo comenzaría a ser ganada con el desembarco español, apoyado por Francia, en la bahía de Alhucemas en setiembre de 1925. Dos años después, con el uso de gas tóxico por medio, había concluido.
La guerra de Marruecos costó a España más de 50.000 vidas. La mayoría de las muertes no fueron en combate sino por enfermedad. No sabemos cuántos marroquíes murieron. El conflicto dejó una amarga memoria en ambos lados del Medietrráneo, y un sector del ejército que se creía mejor y con derecho a dirigir a la sociedad española.