Auca del Niño Catalán
Repository: Brandeis University Archives and Special Collections, Waltham, Massachusetts USA
Contributor: Comissariat de Propaganda de la Generalitat de Catalunya
Repository: Spanish Civil War Poster Collection
Source:
Reference Code
http://hdl.handle.net/10192/25991
Date Created: 1936 to 1939 (year uncertain)
Type: Poster
Extent: 1 item
Geographic Region: Barcelona
41.38289, 2.17743
Los gobiernos y las organizaciones políticas de los dos bandos se aprovecharon de varios medios para comunicar a la población civil e inculcar los valores por los cuales peleaban. El mejor conocido son los carteles, sobre todo los creados en la República; pero el medio moderno de la radio también jugó un papel importante. En la zona Republicana se empleó también un medio antiguo, con profundas raíces en la cultura española: el aleluya o, como se llamaba en Catalunya, el auca. El Auca del noi Català antifeixista i humà fue uno de ellos.
El auca fue una forma temprana del cómic que se creó en Cataluña en el siglo XVII o XVIII y que se comercializó a nivel nacional en la década de 1840. En su forma comercial, medía 30 por 42 centímetros, se publicaba en papel barato, y consistía en 8 filas de 6 dibujos crudos, cada uno acompañado de dos líneas de poesía que se memorizaban fácilmente. En un país con altas tasas de analfabetismo, reducir el texto al mínimo era importante. El auge del aleluya ocurrió durante la segunda mitad del siglo XIX pero seguía vivo aún durante las primeras décadas del XX.
Durante la Guerra Civil, las oficinas de propaganda de la Generalitat, la Junta de Defensa de Madrid, y el Socorro Rojo Internacional produjeron aleluyas. La Generalitat creó por lo menos doce, con contenidos muy distintos. Algunos, por ejemplo los dedicados al General Queipo de Llano, el “Moro Fascista”, o “De la taberna de los señores a la taberna de los camaradas", se burlaban del enemigo. Uno predicaba que el deber del buen soldado es cumplir con la disciplina mientras otro formó parte de una campaña contra la usura. Algunos, como los dedicados a la defensa de Madrid -que comparaba la rebelión militar de 1936 con la invasión Napoleónica de 1808, y la defensa de Euzkadi- elogiaban los logros de la República. Estos fueron dos de los tres que tuvieron en texto en castellano.
El Auca del noi català, antifeixista i humà cuenta la vida de Germà desde su nacimiento hasta su alistamiento como voluntario en la lucha contra los franquistas. Además, promociona los valores del laicismo, la educación, la ciudadanía democrática, y la dignidad del trabajo.
Germà no se bautiza; un juez inscribe su nombre en el registro oficial. Es su madre, no una nodriza, quien le da el pecho. En la escuela aprende a ser buen ciudadano y a respetar a todos sus compañeros, uno de los cuales es claramente negro. Aun de niño, “Siente odio al hombre fascista/tirano y egoísta.” Decide hacerse carpintero aun cuando su madre quiere que estudie ingeniería. Germà es “ciudadano modelo/sacado de la Enciclopedia” y por su rectitud y honradez sus compañeros de trabajo le eligen delegado sindical.
Las últimas tres imágenes tratan la guerra, ofreciendo un mensaje de unidad antifascista. Al ver que Madrid está en peligro, se marcha allí y “al grito de ‘No pasarán’/contra Franco está luchando.” El aleluya termina con un juego de palabras entre Germà como su nombre y el significado de la palabra como hermano: “El buen catalán es siempre/un hermano en momentos de peligro.”