Memorial a los australianos en la Guerra Civil Española de 1936-1939

Después de infructuosos intentos a lo largo de años de solicitar al Memorial Australiano de la Guerra que la institución reconociera a los hombres y mujeres australianos que sirvieron en las Brigadas Internacionales, en 1992 la Comisión del Territorio de la Capital Australiana ofreció un sitio para un monumento a la Guerra Civil española en Canberra, la capital del país. Ubicado en los hermosos jardines Lennox junto al lago Burley Griffen, el monumento fue erigido por el Comité de Amigos de los Australianos en España: Len Fox, Amirah Inglis, Netta Burns y Judith Keene. Fue inaugurado el 11 de diciembre de 1993 por Lloyd Edmonds, último veterano superviviente de los voluntarios australianos de las Brigadas Internacionales Españolas. 

El monumento consta de una pared independiente de bloques de arenisca australiana por encima de la altura de la cabeza con molduras de ladrillo y accesos de ladrillo amplios. En el anverso del monumento, un mapa de España, fundido en cobre, identifica los principales lugares de las batallas de la Guerra Civil con una breve descripción en inglés y español de la historia del conflicto y la contribución de los hombres y mujeres australianos a la causa republicana. Dan sombra al lugar una hilera de olivos españoles plantados por el embajador de España en Australia, Antonio Núñez García-Sauco, en honor a su padre, un piloto de la fuerza aérea republicana, y en recuerdo de la conexión histórica durante la Guerra Civil española entre el pueblo de España y el de Australia. 

A lo largo de los años, se han realizado varios esfuerzos adicionales para levantar placas públicas en otros lugares para conmemorar la participación australiana en la Guerra Civil española. El 13 de noviembre de 2024, se inauguró en el Trades Hall de Melbourne un monumento a los miembros australianos de las Brigadas Internacionales. Fue impulsado por la familia y asociados de Kevan Rebecchi, un brigadista internacional australiano fallecido en los últimos días de las retiradas internacionales de España. Fue enterrado en Cataluña, en el cementerio de Vich, donde durante varios años un médico-historiador local quedó suficientemente intrigado por la tumba australiana como para investigar y escribir su historia, en cuyo proceso hizo amistad con los Rebecchi. 

Parece oportuno usar las palabras de Nettie Palmer como coda de la sección australiana de este Museo Virtual sobre la Guerra Civil Española: 

“Si bien los que trabajaron para la República Española eran pocos y no poderosos y a menudo parecían estar gritando contra el viento, fue un capítulo valiente en la historia de Australia y uno que todos deberíamos conocer”.