Cuatro enfermeras autralianas antes de salir para España
Repository: Australian National University, Canberra
Creator: Sydney Photographic Studio
Contributor: Spanish Relief Committee, Melbourne
Source:
Source: Noel Butlin Archives; Amirah Inglis Collection, Spain-Nurses: N171, 55-56. Menzies Building, Australian National University, Canberra.
Date Created: 1936-10
Type: Photograph
Extent: 1 item
-35.28131, 149.11668
Aquí vemos a cuatro enfermeras australianas antes de partir hacia España en octubre de 1936. Agnes Hodgson y May McFarlane están de pie; Una Wilson está en el medio; y Mary Lowson está al frente.
La primera reunión convocada por un grupo de amigos y asociados para discutir la importancia política del levantamiento de los generales en España coincidió en que su contribución más factible, financiera y práctica -como había sucedido previamente en la Primera Guerra Mundial- era enviar un equipo de enfermeras australianas capacitadas para ayudar en la medicina en el campo de batalla. El Comité de Ayuda Española que se creó a partir de la misma reunión inicial que anunció y seleccionó a cuatro enfermeras capacitadas y experimentadas para ir a España y apoyar al ejército del Gobierno español.
La partida de las enfermeras voluntarias atrajo una gran cobertura periodística. Las cuatro fotogénicas jóvenes aparentemente no se inmutaron ante la perspectiva de arriesgar sus vidas para cuidar a los heridos en un país del que sabían muy poco. En el parlamento se formularon preguntas sobre cómo impedir que obtuvieran pasaportes, pero como no eran combatientes y tenían el billete de regreso garantizado, su viaje no era ilegal.
Mary Lowson, la líder designada, era baja de estatura, enérgica y franca, y a sus 41 años era la mayor del grupo. Había crecido en una remota granja de Tasmania a fuerza de mucho trabajo duro pero poca educación formal. Después de formarse en el Hospital General de Hobart, se mudó a Sydney. Fue en una reunión del Partido Comunista allí donde Mary escuchó oír por primera vez sobre la Guerra Civil Española y la convocatoria de enfermeras locales capacitadas y dispuestas a servir en los campos de batalla españoles. En España, Mary evitó la enfermería de quirófano y de atención al paciente para implicarse en la gestión de servicios médicos extranjeros.
May MacFarlane, de veintisiete años y la más joven de los cuatro, era enfermera con triple certificación. Se había formado como partera en el hospital de mujeres de Crown Street, Sydney, atendiendo a bebés de los barrios marginales del centro de la ciudad, donde las familias vivían en una pobreza desesperada y el desempleo era la norma. Junto con Una Wilson, formó parte de un equipo quirúrgico internacional que proporcionaba cirugía urgente de primera línea a los heridos en batalla. Con 29 años y la escultural rubia neozelandesa Wilson era una enfermera altamente calificada especialista en cirugía y manejo del quirófano. Las tres enfermeras se conocieron mientras trabajaban en el Hospital Lidcombe de Sydney, donde el salario era bajo y las condiciones laborales muy malas. Cuando Mary anunció que se ofrecería como voluntaria para España, los otros dos se fueron con ella.
La última en unirse fue Agnes Hodgson de Melbourne. Enfermera titulada con especialidad en teatro y pediatría, ya había viajado mucho y hablaba italiano con fluidez, pues lo aprendió mientras trabajó de enfermera en una clínica de Roma. Cuando supo de la posibilidad de ser voluntaria en España, inmediatamente presentó su solicitud y fue aceptada. En Barcelona, su fluidez en italiano la hizo sospechosa y la llevó a ser asignada a Aragón, donde sirvió en una unidad médica móvil española en el frente de Aragón.
JK