La Defensa de Madrid
Repository: Daily Worker. Copyright The Morning Star
Date Created: 1936-11-02
Type: Newspapers
Extent: 1 item
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Cuando la Guerra Civil se convirtió en un conflicto prolongado en el otoño de 1936, ambos bandos colocaron en el centro de su propaganda acontecimientos icónicos. Para los partidarios de los rebeldes fue el fin del asedio del Alcázar de Toledo a finales de septiembre, mientras que para los republicanos fue la épica defensa de la capital española contra el ataque de Franco que comenzó en noviembre de 1936. La película “Defensa de Madrid”, rodada por el cineasta comunista Ivor Montagu durante cinco días a finales de noviembre y regresó rápidamente para editarlo para poder proyectarlo en toda Gran Bretaña a principios de enero, es un ejemplo perfecto de cómo el cine se volvió central en el intento de educar y movilizar el apoyo del público.
La película, de apenas media hora de duración y muda (con subtítulos), está dividida en tres partes. La primero cuenta el asalto aéreo a Madrid, con escombros tirados en las calles y cadáveres de niños metidos en ataúdes. Como dice un pie de foto, esta fue "la contribución de Franco a la civilización". La segunda parte muestra la llamada a las armas, con las milicias en las barricadas, apoyadas por los ciudadanos. La tercera, “El mundo ayuda”, contine imágenes de la Columna Internacional (como todavía se la llamaba ampliamente) y la llegada de un barco de alimentos soviético. No se hace ninguna referencia a la entrega de armas soviéticas. De manera conmovedora, la película muestra al destacado voluntario alemán Hans Beimler sólo cuatro días antes de su muerte en acción.
La película se proyectó en toda Gran Bretaña durante la primavera de 1937, no sólo en cines sino también en ayuntamientos, institutos mineros y sociedades cinematográficas locales. Un pase también incluiría un orador, generalmente un voluntario médico o un combatiente herido de la Brigada Internacional. Los trabajadores médicos fueron particularmente importantes para este tipo de eventos, ya que viajaban con frecuencia de ida y vuelta desde España para recoger más suministros y vehículos nuevos. Las proyecciones siempre concluían con una colecta bien apoyada para la ayuda española. Miles habrían visto la película y su alcance fue verdaderamente nacional.
La película tuvo un fuerte impacto en el público, sobre todo teniendo en cuenta que los noticieros del cine contemporáneo estaban fuertemente censurados y eran anodinos en su cobertura de la Guerra Civil. Muchos de los que vieron “Defensa de Madrid” quedaron impactados por las imágenes de destrucción desde el aire: uno habló del “realismo ardiente” con el que se representaban los daños de los bombardeos y las “colas irregulares” para conseguir comida y combustible. Por lo tanto, la película concordaba con las crecientes preocupaciones en Gran Bretaña sobre lo que podría implicar un conflicto más amplio. Como comentó un periodista, muchos “salieron del salón con una oración en los labios para que las ciudades británicas alguna vez se salven de los horrores” impuestos por Franco y sus aliados a la capital española.
TB