Presidente Eduardo Santos
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Date Created: 1931
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En agosto de 1938, Eduardo Santos reemplazó a Alfonso López Pumarejo como presidente liberal. Santos era mucho más moderado que su predecesor y también era consciente de que los vínculos percibidos entre la administración de López y el Frente Popular español habían sido muy perjudiciales para el expresidente. Sin embargo, Santos estaba políticamente en sintonía con los republicanos españoles moderados y se había reunido y/o trabajado con varios de ellos en Ginebra durante la década de 1930. Su presidencia coincidió también con un momento significativo de la Guerra Civil española. El gobierno republicano se estaba volviendo más moderado en un intento de superar su aislamiento internacional, como lo demostró su programa de paz de los “Trece Puntos” de mayo de 1938, que incluía una amnistía para todos los españoles y la disolución de las Brigadas Internacionales cuatro meses después. El nuevo presidente no retiró el apoyo colombiano a la República Española, aunque su gobierno sí puso fin a las declaraciones públicas de ese apoyo.
Dos decisiones clave que tomó Santos dan una idea de su enfoque más pragmático hacia la Guerra Civil española. En primer lugar, poco después de asumir la presidencia, autorizó a la Cámara del Congreso a redactar un proyecto de ley que autorizaba al Gobierno a enviar 10.000 pesos a través de la Cruz Roja a zonas no combatientes de España. Esto reflejó la preocupación internacional por los civiles afectados por la guerra civil y reflejó iniciativas similares adoptadas por otras naciones americanas, incluido Estados Unidos. Los opositores conservadores atacaron la medida como una clara indicación del apoyo del presidente a la República española, a pesar de que se llevó a cabo bajo el principio internacional de neutralidad.
Sin embargo, apenas cinco meses después, Santos supervisó el reconocimiento por parte de Colombia de Francisco Franco como líder español el 1 de abril de 1939. Esto siguió al colapso del gobierno republicano el 8 de marzo y a la caída de Madrid el 28 del mismo mes. Al tomar esta decisión, que había sido objeto de muchas discusiones durante las seis semanas anteriores, el presidente se comunicó periódicamente con otros gobiernos regionales, aunque la decisión final de reconocer a Franco se tomó unilateralmente. La medida marcó un golpe para muchos colombianos de izquierda que habían apoyado a la República española y que acusaron al presidente de ceder ante las fuerzas fascistas.
CE