La opinión pública francesa estaba dividida respecto a la Guerra Civil Española. Si bien hubo excepciones las opiniones de la gente sobre el asunto estaban informadas por su orientación política. Como en otros lugares, mientras la mayor parte de la izquierda apoyaba a los republicanos, los conservadores y los de extrema derecha se pusieron del lado de los nacionalistas.
Dado que el izquierdista Frente Popular estaba en el poder cuando estalló la guerra, muchos creyeron que Francia podría enviar tropas para apoyar a la República española. Sin embargo, el temor de que la situación pudiera agravarse y derivar en otra guerra mundial impidió al gabinete de Léon Blum hacerlo. Aunque el Gobierno simpatizaba abiertamente con los republicanos (y les proporcionó en secreto armas y aviones) hasta mediados de 1937, desempeñó un papel activo en el Comité de No Intervención.
La postura de Francia a favor del apaciguamiento no impidió la creación de organizaciones pro-republicanas y la participación de unos 9.000 hombres y mujeres franceses en las Brigadas Internacionales. La mayoría de esos voluntarios procedían de la izquierda (principalmente comunistas, socialistas y anarquistas) y llegaron a España cruzando los Pirineos o en barco. Esto se vio facilitado por el hecho de que el principal centro de reclutamiento de la Comintern y otras organizaciones pro-republicanas estaban ubicados en París.
Los rebeldes también contaron con el apoyo de la derecha nacionalista francesa. De todos los cuerpos de voluntarios extranjeros, el contingente francés se encontraba entre los más numerosos. Si bien unos 500 hombres componían la bandera Juana de Arco, en su mayoría reclutados en organizaciones de extrema derecha, también se podían encontrar soldados franceses en otros batallones. Además, los nacionalistas podrían contar con aliados serios en la extrema derecha francesa.
Más allá del teatro de la guerra, el conflicto tuvo una gran influencia en la sociedad francesa en general, durante y después del período 1936-1939. Por ejemplo, la película clásica de André Malraux y Boris Peskine Espoir, Sierra de Teruel, no se estrenó públicamente hasta 1945 y ha contribuido a dar forma a la memoria de la Guerra Civil desde entonces Como destaca “Les Phalanges de l’Ordre noir”, la Guerra Civil he servido como inspiración en el ámbito de la cultura pop. La manera en que la sociedad francesa recuerda la Guerra Civil ha ido cambiando en los últimos años. Se ha recuperado el papel de los españoles de La Nueve en la liberación de Francia y se han creado sitios de memoria en algunos de los campos de concentración donde encerraron a los exiliados republicanos.
AB-V
