La Brigada de la Orden Negra

Publicada cuatro años después de la muerte de Franco, Phalanges de l'Ordre noir (La Brigada de la Orden Negra) es una novela gráfica sobre un puñado de veteranos de la Brigada Lincoln (XV) que retoman las armas después de que una organización neofascista masacró a los habitantes de un pueblo aragonés. Escrita por Pierre Christin e ilustrada por Enki Bilal, la trama sigue a los comandos en sus intentos, en su mayoría vanos, de evitar que la Orden Negra perpetre una serie de acciones terroristas. La persecución lleva a los antiguos brigadistas internacionales a lo largo de la Europa occidental de finales de la década de 1970, brindando así a los autores la oportunidad de tomar el pulso a la Nueva Izquierda posterior a 1968. Por un lado, los veteranos están obsesionados con ajustar cuentas con sus enemigos, a los que ya se habían topado durante la Batalla de Teruel; por el otro, su misión se convierte poco a poco en un viaje existencial amargo y mortal. 

A primera vista, La Brigada de la Orden Negra sólo trata tangencialmente la Guerra Civil Española. No hay flashbacks de la España de los años 30, ya que la acción se desarrolla desde enero hasta finales de 1979. Dicho esto, el recuerdo del conflicto ocupa un lugar preponderante a lo largo de la historia, ya que un hilo subyacente muestra la desconexión entre la vieja y la nueva izquierda. Esta brecha generacional es más evidente cuando los protagonistas se encuentran con feministas radicales, miembros de la Fracción del Ejército Rojo alemán y anarquistas suizos. Parece que la Guerra Civil se ha vuelto irrelevante para la generación posterior a 1968, y el comando parece una reliquia de tiempos pasados, con cada personaje encarnando las diversas ideologías involucradas en las Brigadas Internacionales: marxismo, anarcosindicalismo, democracia cristiana, sionismo obrero, etc. 

Dicho esto, la novela gráfica también enfatiza las continuidades entre los años de entreguerras y la Europa de los años 70, especialmente cuando se trata de la naturaleza profundamente internacionalista de la izquierda radical. Aunque la Brigada Lincoln hablaba esencialmente inglés, incluía batallones de otras partes del mundo. Así, el grupo de veteranos incluye a un sacerdote español, un delegado sindical estadounidense, un periodista británico, un aristócrata francés, una escritora polaca, un agente del Mossad, un juez italiano, un profesor alemán, un ingeniero checo, un disidente del Partido Comunista. y un político danés. En cuanto a la Orden Negra, está formada por ex soldados nacionalistas de toda Europa: ex miembros de la Falange Española, la Legión Cóndor, el Partido Rexista Belga y varias organizaciones fascistas francesas e italianas. 

Aunque los autores no tienen experiencia en el tema, The Black Order Brigade es una obra compleja y bien elaborada que no cae en la trampa de idealizar a las Brigadas Internacionales y su legado. En los minutos que preceden al tiroteo final, el narrador opina amargamente que, ahora que lo pienso, esta operación involucró a “viejos horribles siendo observados por otros viejos, quizás igualmente horribles. No hay duda de que los primeros merecían el Infierno, y no hay duda de que nosotros lo merecíamos tanto como ellos” (78). Por lo tanto, esta obra es esencialmente disfórica en el sentido de que refleja la resaca ideológica que afectó al legado socialista desde la década de 1950 en adelante. 

AB-V