Exposición de obras maestras del Museo del Prado, Museo de Arte e Historia de Ginebra, del 1 de junio a finales de agosto de 1939
Repository: Bibliothèque de Genève
Creator: Musée d'art et d'histoire (Genève)
Contributor: Roto-Sadag (Genève)
Date Created: 1939
Type: Posters
Extent: 1 item
46.20176, 6.1466
El 1 de junio de 1939, el Museo de Arte e Historia de Ginebra inauguró la exposición más prestigiosa de su historia. Dedicado a “Obras maestras del Museo del Prado”, presentó al público obras procedentes de museos y colecciones de arte españoles. La exposición fue un éxito sin precedentes con más de 350.000 visitantes.
La presencia deeste patrimonio excepcional en Ginebra era consecuencia de la caída de Cataluña en febrero de 1939 y de las medidas adoptadas por el Comité Internacional para el Rescate de los Tesoros del Arte Español formado en enero de 1939 a instancias del pintor catalán José María Sert. Esta organización semiprivada, formada por responsables de los principales museos de países democráticos, firmó el 3 de febrero un acuerdo con el Gobierno republicano para proteger las obras mediante su salida del país y asegurar su regreso a España una vez finalizado el conflicto. La voluntad de las autoridades republicanas de garantizar la conservación de este patrimonio estuvo en el origen del traslado de estas obras de Madrid a Valencia a partir de noviembre de 1936 y luego a Cataluña a partir de marzo de 1938.
Inicialmente, las 1868 cajas transportadas a Ginebra, del 13 al 14 de febrero, fueron depositadas en la biblioteca de la Sociedad de Naciones con el fin de realizar un primer inventario y preparar la entrega oficial al representante franquista en Suiza. Como parte de este proceso, las autoridades franquistas dieron luz verde a la organización de una exposición en Ginebra antes de que las obras regresaran a España. Además, impusieron el contenido "auténticamente español" de la exposición, que era afirmar la legitimidad del proyecto ideológico del nuevo régimen, como sugería una primera sala "imperial", donde se exponían tapices sobre la conquista de Túnez que evocaba el papel histórico de España en la lucha contra los “infieles”. Al margen de esta dirección artística, la España nacionalista impuso sus opciones políticas prohibiendo la entrada a la exposición a antiguos miembros de la comisión internacional. La decisión de borrar el papel de las autoridades republicanas y de los expertos internacionales reflejó el deseo de las autoridades ginebrinas y suizas de forjar relaciones amistosas con el nuevo régimen, siguiendo el ejemplo del discurso del vicepresidente de la Confederación durante la inauguración de la exposición que saludó el “magnífico regalo” del régimen franquista, “regalo inestimable (…) a la civilización europea (…) un testimonio único de la estima que los dos países se tienen y de la amistad que los une”.
Finalmente, tras el cierre de la exposición a finales de agosto de 1939, el Gobierno de Franco se negó a pagar parte de los beneficios para reembolsar las sumas pagadas por los miembros de la Comisión o para responder a la solicitud del CICR de participar en la financiación de su acción humanitaria. El Gobierno de Franco se embolsó más de 350.000 francos suizos, una suma considerable de divisas. El tesoro artístico fue recibido el siguiente 9 de septiembre en la Estación del Norte de Madrid.
SF