Nuevo poder local
Repository: Bilboko Udal Artxiboa - Archivo Municipal de Bilbao: Ayuntamiento de Bilbao
Creator: Foto Cecilio (Fernandez Echevarria, Cecilio)
Date Created: 1936-06-19
Type: Photograph
Extent: 1 item
43.263, -2.935
El fracaso de la sublevación en buena parte de España en julio de 1936 provocó la Guerra Civil. Los militares rebeldes no esperaron a concluir la contienda para iniciar la construcción de un Nuevo Estado confrontado con el que se quería derrocar. El primer paso fue derogar la Constitución de 1931 y suprimir todas las instituciones democráticas y sustituirlas por unas nuevas, inspiradas en los principios autoritarios sobre los que se asentó la dictadura.
En el proceso de creación del Nuevo Estado, los nuevos poderes locales fueron diseñados de acuerdo con el modelo político institucional de la Dictadura. Se trataba de eliminar todo resto de la herencia democrática de la República y construir un Nuevo Estado jerarquizado bajo las órdenes del dictador. Los ayuntamientos democráticos fueron sustituidos por comisiones gestoras municipales nombradas por las autoridades militares, y tras el fin de la guerra por las civiles. Los componentes de estos órganos eran personas de fidelidad probada al nuevo régimen y en muchos casos combatientes del bando franquista. En este diseño el alcalde y la ciudadanía no estaban relacionados. El alcalde era un delegado del Gobierno y no una autoridad elegida por los ciudadanos. La foto, que muestra al primer alcalde franquista de Bilbao, José María Oriol, saliendo del ayuntamiento con Francisco Franco, ilustra esta realidad.
La legislación municipal provisional se mantuvo hasta 1945, cuando se aprobó la Ley de Bases de Régimen Local. A pesar de que se introducía un modelo corporativo pseudo-democrático de designación de los concejales, el alcalde siguió siendo nombrado por el Gobierno, sin que cambiase su falta de conexión con la voluntad de la ciudadanía.
Estos nuevos poderes locales estuvieron en todo momento al servicio del proyecto político dictatorial. En su labor podemos destacar la depuración de la administración, expulsando a todos aquellos empleados que no eran afectos al régimen y sustituyéndolos por personas de confianza política. Junto a ello se centraron en la creación de una memoria de la guerra dedicada a los vencedores. Se cambió el callejero, se construyeron monumentos en recuerdo de sus mártires y caídos, se creó un calendario conmemorativo dedicado a sus muertos, al dictador y las fechas destacadas de la sublevación y la victoria. Una tercera línea de actuación fue la reconstrucción tras la destrucción causada por la guerra, en parte llevada a cabo con el uso de trabajo forzado de los vencidos. Por último, su actuación en la construcción de nuevas infraestructuras necesarias para el desarrollo del país estuvo lastrada por la escasa financiación municipal. En el Nuevo Estado, los poderes locales contaban con escasos recursos y dependían de sus contactos con el Gobierno para la construcción de las infraestructuras más costosas.
MU/UB/MJV