Monumento al marinero insumiso
Creator: Rui Matos
Contributor: Junta de Freguesia de Feijó
Source:
Almada Municipal Chamber, Almada, Portugal.
Date Created: 2009
Type: Monuments
Extent: 1 item
38.65228, -9.16508
En la madrugada del 8 de septiembre de 1936, marineros de la marina portuguesa tomaron el control de tres buques de guerra fondeados en el estuario del Tajo, en Lisboa: los dos mayores buques de la flota, los balandros Afonso de Albuquerque y Bartolomeu Dias, y el destructor Dão. Liderados por miembros de una organización comunista clandestina, la ORA [Organização Revolucionária da Armada], dominaron a los oficiales a bordo e intentaron hacer navegar los barcos hacia mar abierto. Su destino final sigue siendo motivo de controversia, pero el Gobierno de Salazar estaba seguro de que el destino final era la España republicana, a cuya flota se unirían. El Alfonso de Albuquerque había estado recientemente en Alicante para recoger a ciudadanos portugueses. Los oficiales habían notado un alto grado de confraternización entre su tripulación y elementos republicanos en tierra, lo que había dado lugar a arrestos entre los primeros al regresar el barco a Lisboa.
Sólo el Afonso de Albuquerque y el destructor Dão lograron zarpar esa mañana, pero se había dado la alarma (después se dijo que el Gobierno estaba al tanto del plan y lo había dejado seguir adelante para arrestar a cuantos conspiradores posibles) y la guarnición de Lisboa estaba lista. Mientras intentaban llegar a aguas abiertas, los barcos fueron atacados desde los fuertes que protegían la capital. Alcanzados repetidamente, ambos barcos quedaron inutilizados y detenidos: el Afonso de Albuquerque en Algés, no lejos de la torre de Belém, y el Dão en la orilla sur del río. Hubo bajas entre los marineros, doce de los cuales murieron, y se llevaron a cabo más de doscientas detenciones. Muchos de ellos serían enviados al campo de prisioneros de Tarrafal, en las islas de Cabo Verde, donde otros cinco morirían. Salazar, vinculando la revuelta con los acontecimientos en España, escribió en una nota oficial que “los barcos de la armada portuguesa pueden ser enviados al fondo del mar, pero no pueden servir bajo ninguna bandera que no sea la de Portugal”.
En 2009 la ciudad de Almada inauguró este monumento, construido por el escultor Rui Matos, que evoca el movimiento constructivista ruso.
FRM