Los autores toman partido en la Guerra Española
Creator: Cunard, Nancy
Repository: National Library of Australia
Date Created: 1937
Type: Books
Extent: 1 item
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En junio de 1937, la escritora Nancy Cunard y un grupo de sus amigos plantearon una “pregunta” a los escritores y poetas británicos: ¿estaban a favor o en contra de Franco y el fascismo? porque “ya es imposible no tomar partido”. Se invitó a los autores no sólo a dar una respuesta, sino también a enviar hasta seis líneas de escrito para explicar su postura. Los resultados, publicados en noviembre por Left Review en un folleto que costó 6 peniques, fueron concluyentes: 128 de 148 respuestas publicadas estaban a favor del Gobierno español y sólo cinco estaban abiertamente en contra. La iniciativa parecía proporcionar prueba de que no sólo la mayoría de la opinión intelectual estaba del lado de la República, sino también de que habían roto con el desapego de la política de la “torre de marfil” que había sido una característica de la década de 1920.
Sin embargo, es necesaria cierta cautela al interpretar Los autores toman partido. En primer lugar, no se trataba de una encuesta científica de opinión; de hecho, las encuestas de opinión estaban en su infancia en aquel momento. En cambio, la llamada se transmitió entre amigos y dentro de grupos de pares y, por lo tanto, inevitablemente fue auto selectiva. En segundo lugar, las respuestas indican que el gran grupo “por el Gobierno” estaba algo dividido. Si bien muchos de los encuestados presentaron la Guerra Civil como una defensa de la democracia liberal contra el fascismo, algunos expresaron su apoyo al pacifismo o el anarquismo y su oposición al comunismo. George Orwell, que acababa de regresar de España herido y huyendo de una persecución política, denunció todo el ejercicio como una "maldita podredumbre". En consecuencia, el folleto replicaba los debates políticos que tenían lugar en la España republicana. Finalmente, los editores crearon una categoría artificial de “¿Neutral?” para dieciséis de las respuestas, y sorprendentemente éstas contenían algunos de los nombres más conocidos de la literatura contemporánea, como T.S. Eliot, H. G. Wells y Ezra Pound. La contribución tardía de George Bernard Shaw también habría estado en esta categoría. Si bien estaba claro que los “neutrales” se mostraban tibios respecto a “La Pregunta”, habría sido políticamente embarazoso colocarlos en la categoría “En Contra”.
Los autores toman partido sigue siendo una guía fascinante de las actitudes intelectuales dominantes hacia la Guerra Civil en Gran Bretaña y un valioso barómetro de la rapidez con la que la opinión había cambiado en respuesta a las múltiples crisis –económicas e internacionales– de los años treinta. Lo que está mucho menos claro, sin embargo, es qué impacto tuvo realmente en ese momento. No hay pruebas, por ejemplo, de que fuese sido leído por ministros del Gobierno británico, que mantuvieron su apoyo a la No Intervención hasta el final de la guerra, y que recibió sólo una cobertura mínima (a veces hostil) en la prensa. Aun así, la afirmación de Nancy Cunard de que los autores –“los instrumentos más sensibles de una nación”– tenían el derecho y el deber de hablar demostró ser muy influyente: la iniciativa ha sido copiada muchas veces desde entonces, incluso durante la Guerra de Vietnam (cuando los encuestados incluyeron a algunos que habían participado anteriormente en 1937) y durante las Guerras del Golfo de 1991 y 2003.
TB