Postal con una fotografía del Campamento Gurs
Creator: Žić, Franjo
Source:
Croatian State Archives in Rijeka, Edo Jardas collection
Date Created: 1939
Type: Postcards
Extent: 1 item
Este objeto es una postal enviada por Franjo Žić, un voluntario de las Brigadas Internacionales originario de la isla de Krk, a su hermano mientras estaba internado en el campo de Gurs en Francia. Tras la derrota de las fuerzas republicanas en la Guerra Civil Española, cerca de 500.000 refugiados, desplazados, tropas republicanas españolas derrotadas y voluntarios de las Brigadas Internacionales cruzaron a Francia, donde fueron enviados a campos de internamiento y prisiones a partir de febrero de 1939. Entre ellos había unos quinientos voluntarios del territorio de Yugoslavia, a quienes se les había despojado de su ciudadanía por haber combatido ilegalmente en España. Los campos se establecieron primero en el sur de Francia y luego en todo el país. La mayoría de los voluntarios yugoslavos se encontraban en los campos establecidos en St. Cyprien, Argelès-sur-Mer, Gurs y Vernet. Además de las prisiones y campos franceses, los yugoslavos también estuvieron presentes en los campos de concentración establecidos por Franco en España.
La situación en los campos franceses fue muy difícil en los primeros días de internamiento. Al principio, no había barracones ni refugios en los campos y los prisioneros tenían que cavar hoyos en la arena para protegerse del viento y el frío. Las condiciones higiénicas eran muy malas, lo que provocó varios brotes de enfermedades, siendo la más común la fiebre tifoidea. Casi no había comida y el acceso a la atención médica era casi inexistente. Los campos estaban rodeados de alambre de púas bajo la atenta mirada de las tropas coloniales francesas de Marruecos y Senegal, así como de miembros de las unidades especiales de la policía francesa, la Garde républicaine mobile.
Los miembros del Partido Comunista Yugoslavo (KPJ) entre los prisioneros organizaron eficazmente el trabajo político y educativo durante su internamiento y pudieron mantener una alta moral y disciplina a pesar de las difíciles condiciones, tanto físicas como psicológicas, que caracterizaban la vida en los campos franceses. En Yugoslavia, el KPJ organizó acciones públicas para presionar al Gobierno para que concediera una amnistía a los voluntarios encarcelados y recolectó materiales, como alimentos, ropa y libros, para enviarlos a Francia. Después de la caída de Francia en 1940, muchos de los prisioneros yugoslavos restantes fueron trasladados a campos de trabajo alemanes y desde allí regresaron a Yugoslavia como parte de una operación de rescate coordinada por Vjećeslav Cvetko “Flores”.
VJ