Insignias políticas de una posición franquista en Madrid

Estas tres insignias aparecieron entre los restos del Asilo de Santa Cristina, que se ubicaba a los pies del Hospital Clínico de Madrid hasta que fue arrasado durante la Guerra Civil. A partir de noviembre de 1936 fue ocupado por tropas sublevadas, donde establecieron una base avanzada. Una de las naves, de las varias que componían el complejo del asilo, fue objeto de excavaciones arqueológicas en 2017 y 2018 y en ella se encontraron refugios antibombardeo y un túnel de contraminado. Adyacente a dicho edificio se hallaba el lavadero del asilo, que también fue excavado. Aquí aparecieron varios elementos de vestimenta: hebillas, pasadores, botones y dos de las insignias. Una tercera apareció en un viaje de aguas junto al lavadero. Es posible que los soldados utilizaran esta estructura para asearse: de ahí que perdieran esos objetos.

Las insignias son interesantes por lo que nos cuentan de la ideología de los soldados que ocuparon la posición. Las dos insignias que aparecieron en el lavadero son el emblema de la Falange Española—el yugo y las flechas—y una chapa de la misma organización en la que se puede ver la bandera de la Falange (negra y roja), la bandera de España y la leyenda “Viva España”. La tercera insignia es una esvástica. Al contrario que las dos primeras, no se trata de un emblema oficial, sino un ejemplo de lo que podemos denominar “arte de trinchera”, producciones artesanales realizadas por soldados en el frente. En este caso el autor recortó un trozo de chapa de calamina o una aleación similar para fabricar la cruz gamada.

Las insignias falangistas encajan bien en el contexto en que aparecieron. El sector del Clínico, el más expuesto y peligroso de la Ciudad Universitaria, solía encontrarse ocupado por soldados de élite (legionarios y regulares), la mayor parte de ellos muy motivados militarmente y comprometidos políticamente. El Clínico, como el Alcázar de Toledo, formó parte de la épica de los sublevados, tanto durante la guerra como después. La esvástica es más extraña en un contexto de la Guerra Civil. Si bien la Falange admiraba a la Alemania nacionalista, lo cierto es que las imágenes de cruces gamadas solo comenzaron a ser comunes en España después de la guerra y sobre todo durante la Segunda Guerra Mundial. No obstante, ya durante la guerra era un símbolo familiar para los sublevados, pues representaba a uno de los principales aliados de la causa franquista y aparecía en armas, municiones y máquinas alemanas al servicio del ejército franquista. No es extraño que un soldado falangista hubiese realizado una esvástica artesanal, de la misma manera que en el bando republicano proliferaron los símbolos soviéticos improvisados.