Álbumes de guerra, paradigma del arte bélico

Los álbumes de guerra constituyen una manifestación paradigmática del arte de la Guerra Civil española. En ellos se compendian las características esenciales del arte bélico: la representación de los estragos y los protagonistas del conflicto, la apuesta por el realismo y la funcionalidad social del arte en aquel momento, en sus vertientes testimonial y propagandística.

Se trata de cuadernos o carpetas de láminas editados con fines comerciales y propagandísticos, en ocasiones dirigidos a la comunidad internacional y por ello producidos en diversos idiomas. El Ministerio de Instrucción Pública, el de Propaganda o el de Guerra, las distintas secciones de propaganda de los gobiernos regionales y de los grupos políticos, y ciertas casas editoriales independientes fueron algunos de los productores.

El elemento esencial de los álbumes eran las composiciones artísticas, acompañadas a menudo de breves textos firmados por intelectuales de renombre. En este tipo de publicaciones las palabras complementaban a las imágenes y no al revés, incorporando notas biográficas sobre los autores, aclaraciones acerca del propósito de la edición o matices de cariz político. Las creaciones originales solían ser dibujos, acuarelas o grabados (también los hubo de fotografías) que se reproducían en serie con medios fotomecánicos, principalmente mediante huecograbado. Algunas fueron concebidas desde el inicio para formar parte de un conjunto, como ocurre con las obras del célebre Madrid. Álbum homenaje a la gloriosa capital de España, mientras que otras eran creaciones anteriores recopiladas para su edición posterior, tal es el caso de los 32 dibujos de la Guerra Civil de Ramón Puyol, producido a partir de ilustraciones aparecidas en prensa.

El auge que conoció este formato se evidencia en los más de treinta títulos editados durante los años del conflicto, entre los que encontramos álbumes colectivos, como el de Los dibujantes en la guerra de España, e individuales, que fueron los más numerosos. La distribución seriada de los álbumes ponía al alcance de las clases populares estas publicaciones ilustradas, lo que fue síntoma evidente de la democratización de la cultura por la que abogaban varios intelectuales de pensamiento progresista.

La totalidad de los álbumes de guerra (exceptuando algunos fotográficos) fue producida en el seno de la España democrática, aunque también desde el bando sublevado se iniciaron algunos proyectos de cuadernos gráficos de los que no tenemos constancia que se llevaran a cabo. Terminada la contienda siguieron apareciendo desde el exilio nuevos títulos que mantenían las mismas características que los álbumes de guerra republicanos.  

IEG