Informes de vigilancia de la Policía Montada
Repository: Library and Archives Canada, Ottawa
Creator: The Royal Canadian Mounted Police
Source:
Source
Library and Archives Canada, RG25, Volume number 1802, File number 1936-631-D, File part 2
Date Created: 1938-01-31
Type: Report
Extent: 1 item
45.42088, -75.69011
Desde la Revolución Rusa de 1917, la Real Policía Montada de Canadá (RCMP) se había preocupado de vigilar a partidarios y simpatizantes comunistas en Canadá. Según la RCMP, el comunismo era una amenaza a la seguridad y sus partidarios debían ser tratados como un peligro para la seguridad del Estado. Los informantes y analistas de la RCMP se centraron en individuos, grupos y organizaciones como partidos políticos, sindicatos y periódicos que eran comunistas o estaban asociados o afiliados a individuos e instituciones comunistas. El Partido Comunista de Canadá (PCC) fue una organización legal hasta 1931. El estado federal declaró ilegal a este partido político en virtud de la Sección 98 del Código Penal de Canadá en 1931 y su líder Tim Buck y otras siete personas fueron arrestados y encarcelados hasta 1936. Después de 1936, el PCC recuperó su legalidad, pero esta decisión política no cambió la forma en que la RCMP se acercó al PCC y a sus seguidores. El comunismo siguió siendo una amenaza a la seguridad.
En los informes resumidos semanales sobre organizaciones revolucionarias y agitaciones en Canadá que enviaron a la sede de la RCMP, los agentes e informantes de la RCMP monitorearon las actividades de los comunistas y sus estrategias para reclutar individuos para la lucha en España y crear conciencia sobre la Guerra Civil Española. La RCMP consideró estas actividades sospechosas y amenazantes, lo que justificó la recopilación de inteligencia sobre individuos, grupos y organizaciones. La RCMP quería evaluar la fuerza y el alcance general del comunismo en el país. Se estimaba que en 1937 había 15.000 comunistas. La RCMP informó al Gobierno federal que debía tener miedo. Los canadienses que fueran a España aprenderían a hacer la guerra y a difundir ideas revolucionarias cuando regresaran al país.
A pesar de la adopción de la Ley de Alistamiento Extranjero de 1937, que prohibía a los canadienses alistarse en fuerzas armadas extranjeras, la RCMP asumió que los partidarios y organizaciones comunistas no detendrían sus esfuerzos de propaganda a favor de las fuerzas republicanas, por lo que sus informantes y agentes mantenían un ojo en lo que llamaron agitadores y propagandistas comunistas. Asistieron a mítines públicos en apoyo de la República española y enviaron informes detallados sobre ellos. Detallaron esfuerzos para recaudar fondos para la República y denunciar el embargo que impedía el envío de material militar a la República española. Describieron cómo los comunistas estaban reclutando canadienses, especialmente en Winnipeg, Toronto y Montreal, para las fuerzas republicanas. Mantuvieron registros de quiénes se ofrecieron como voluntarios. Este documento revela cómo la RCMP abordó su operación de vigilancia y destaca por qué los comunistas fueron etiquetados como agitadores peligrosos.
Para la RCMP, la guerra en España demostró que el comunismo buscaba dominar el mundo y que la lucha por las mentes y las almas canadienses estaba en marcha en el país.
MM y MMcK