Yugoslavia

Casi noventa años después de que oficiales del ejército rebelde dispararan las primeras balas contra su propio Gobierno, la Guerra Civil española (1936-1939) continúa provocando apasionados debates tanto en España como a nivel internacional. Para la izquierda, la guerra en España siguió siendo una idealizada “causa perdida”, incluso en países como Yugoslavia, donde los revolucionarios tomaron el poder en 1945. Si bien los casi 2.000 voluntarios yugoslavos conocidos en el lado republicano no representaron una contribución lo suficientemente grande como para afectar el resultado del conflicto, su número fue significativo considerando la población general de la Yugoslavia de entreguerras y su impacto posterior en el movimiento de resistencia partisano que salió victorioso al final de la Segunda Guerra Mundial. 

La memoria de la Guerra Civil española no sólo quedó plasmada en la historiografía oficial de la Yugoslavia socialista, sino que también fue preservada a través de la organización de veteranos españoles, publicaciones, memorias y folletines en periódicos, monumentos, conmemoraciones, exposiciones en museos, divulgación educativa y documentales. Los objetos seleccionados para esta exposición virtual se extrajeron en parte de los materiales que ya habían constituido la narrativa oficial de los voluntarios yugoslavos, que se integró en la Lucha Popular de Liberación más amplia que formó la base de la legitimidad de la Yugoslavia socialista. Los museos revolucionarios centrales de Belgrado, Sarajevo y Zagreb tenían exposiciones dedicadas a los yugoslavos en las Brigadas Internacionales como parte de la prehistoria del movimiento guerrillero partisano, especialmente relacionadas con aquellos individuos que habían luchado en España y posteriormente se habían convertido en líderes partisanos. Durante la sangrienta disolución de Yugoslavia en la década de 1990, la historiografía de la Guerra Civil española sufrió un dramático revisionismo ideológico junto con una reinterpretación general de la lucha antifascista. Los partisanos fueron reformulados como estalinistas fanáticos liderados por Tito, supuestamente un asesino del NKVD sediento de sangre, mientras que los colaboradores del Eje fueron blanqueados de sus monstruosos crímenes durante la guerra y fueron conmemorados como víctimas del terror comunista. En un esfuerzo por devolver a los voluntarios yugoslavos al lugar que les corresponde en la historiografía española y post-yugoslava, los objetos de esta galería virtual se centran en varios de los individuos que se comprometieron a luchar contra el fascismo en España, así como en expresiones culturales de recuerdo (arte, literatura y monumentos) que reflejan el momento histórico de solidaridad con la República Española.