Portada de Encuentros Españoles de August Cesarec

August Cesarec está considerado uno de los escritores croatas y yugoslavos más revolucionarios del siglo XX. Obras como Stjepan Radić y la República (1925) e Hijo de la patria: la vida dramática de Eugene Kvaternik (1940) están repletas de aspiraciones revolucionarias, además de reflexiones sobre temas de la nacionalidad croata. La consecuencia lógica de esta actividad revolucionaria fueron sus viajes por España durante la Guerra Civil que resultó en un libro titulado Encuentros españoles: un libro de encuentros con gentes y ciudades (1938). Al igual que muchos otros escritores que fueron testigos del conflicto español, como Ernest Hemingway, George Orwell y Nordahl Grieg, Cesarec describió no solo las batallas y las vidas de los soldados que lucharon en el bando republicano contra el fascismo, sino que también capturó el espíritu del país y sus gentes.  

Cesarec fue un miembro activo del Partido Comunista Yugoslavo (KPJ) desde los años veinte, y en los años previos a la Segunda Guerra Mundial contribuyó significativamente a preparar la esperada revolución. El KPJ consideraba que la situación en España era instructiva para Yugoslavia debido a las muchas similitudes entre ambos países: problemas económicos, la necesidad de una reforma agraria, el papel sociopolítico de la Iglesia y la llamada cuestión nacional. Por esto, el Comité Central del KPJ encargó a Cesarec escribir un libro sobre España y los voluntarios yugoslavos que, en el espíritu del Frente Popular, estaría destinado al público general. 

Cesarec llegó a España en setiembre de 1937. Tan pronto como desembarcó en Barcelona fue arrestado por la policía que sospechó que era un espía ya que no parecía un revolucionario. Después de ser rescatado por otro voluntario yugoslavo, Veljko Vlahović, Cesarec viajó por la España republicana durante dos meses, visitando los frentes, ciudades devastadas, pueblos quemados, hospitales y museos. Tuvo encuentros con poetas españoles, intelectuales, varios soldados, campesinos y ciudadanos ordinarios. En el libro hay algunas descripciones líricas del paisaje y del patrimonio cultural del país, pero la obra está destinada a movilizar apoyos para la causa republicana. Aunque Cesarec no luchó en los campos de batalla de España y el libro tuvo un impacto limitado en Yugoslavia debido a la censura estricta, Encuentros españoles sigue siendo un inspirador testimonio a los ideales revolucionarios de Cesarec y a la lucha internacional contra el fascismo. Cesarec fue detenido y ejecutado por las fascistas ustasha al poco de la llegada de estos al poder durante la Segunda Guerra Mundial.