El triunfo del realismo
Creator: Pelegrín, Santiago (1885-1954)
Source:
Image title: Evacuación y defensa del Norte
Museu Nacional d’Art de Catalunya, procedente de la «Exposición Trimestral de Artes Plásticas» de Barcelona, 1938. Foto: Museu Nacional d’Art de Catalunya, Barcelona, 2025; © El autor o sus herederos
Date Created: 1937
Type: Painting
Extent: 1 item
41.38258, 2.17707
“En el arte español actual el realismo tiene la palabra”, escribía el artista Francisco Carreño en las páginas de la revista Nueva Cultura, en marzo de 1937. Con ello, se refería a un arte que se ocupara de plasmar la realidad. En efecto, la urgencia de aludir a los acontecimientos en unas circunstancias tan críticas como la guerra provocó que el grueso de la producción artística se focalizara en la actualidad, pero esto no significaba que el arte debiera de ser necesariamente realista en sus formas, es decir, mimético. De hecho, algunos artistas, como el mismo Carreño, rechazaban la recreación puramente estética de la realidad y reclamaban un arte lleno de emoción, tal era el sentimiento que inevitablemente debía trascender en las obras de aquel momento.
La necesidad que generó la guerra de crear un arte más humano provocó un cambio de rumbo en las poéticas visuales de aquella época. El resultado fue la conformación de una nueva tendencia, el realismo bélico, caracterizada por el predominio de una figuración realista combinada con acentos de los estilos más avanzados de años precedentes, como el surrealismo y las modernas figuraciones. El realismo bélico no supuso, por tanto, una ruptura con el periodo artístico anterior, sino que se enriqueció con el acervo estilístico practicado por los artistas.
Lógicamente, la importancia de resultar inteligible como requisito para el arte, ya fuera testimonial o de propaganda, primó en la mayoría de los casos. De este modo, muchos creadores de vanguardia adaptaron sus miradas poniendo la atención en los hechos y sus protagonistas. Eso hizo, por ejemplo, Santiago Pelegrín en su pintura Evacuación y defensa del Norte al optar por un realismo de contundentes figuras, deudoras de las obras cubistas que había concebido no mucho tiempo atrás.
En las obras realistas bélicas es habitual hallar un inequívoco sentido épico que confiere a las escenas un tono grandioso y noble, a menudo subrayado por la monumentalidad de las figuras, como ocurre en esa misma pintura de Pelegrín y en otras muchas creaciones. En otros casos, especialmente en las obras que acusan una mayor influencia surrealista y expresionista, la épica deja paso a un lamento acusador más o menos evidente que muestra el rostro doloroso de la guerra.
En todo caso, el realismo bélico se alzó como la tendencia imperante en las artes plásticas durante el conflicto armado, demostrando la importancia que concedieron los artistas a aludir a la realidad del momento, y de hacerlo de forma inteligible, sin renunciar por ello al aprendizaje artístico de años precedentes.
IEG






