Medalla de la Virgen
Source:
GI HISTAGRA–Plan de Memoria Democrática, Galicia (2021–2024)
Date Created: 1800, 1900
Extent: 1 item
42.34364, -7.86742
Esta medalla fue hallada en una fosa común del cementerio de San Breixo de Celanova (Ourense) a finales de 2022. En esta intervención se buscaban los restos de siete personas de Asturias ejecutadas el 22 de septiembre de 1939. Mediante pruebas de ADN han sido identificadas tres, pero los cuatro restantes no han podido ser confirmados por falta de familiares. Según el informe histórico previo, alrededor de cien embarcaciones de milicianos y civiles intentaron huir tras la toma de Gijón por los golpistas el 20 de octubre de 1937.
Las víctimas en cuestión fueron capturadas en alta mar por los golpistas, trasladadas a Ribadeo (Lugo) y llevadas a diferentes campos de concentración, coincidiendo finalmente en el de Camposancos (Pontevedra). En espera de la ejecución de condena de pena de muerte dictada en distintos juicios militares celebrados en 1938, fueron trasladados a la prisión del monasterio de San Salvador de Celanova (Ourense), donde, irónicamente, no encontraron salvación.
Entre los restos materiales de la fosa fue hallada esta medalla con la imagen de una Virgen en el anverso y una imagen que recuerda al Buen Pastor en el reverso. Al ser examinada con estereomicroscopio, observamos la inscripción: “Virgen de la Encarnación. Ruega por nosotros”. Sus características permiten datarla a finales del siglo XIX. La tonalidad sugiere que está hecha principalmente de cobre, material típico en ese siglo, antes de que el latón, más duradero y económico, popularizara estos objetos, haciendo accesible “lo sagrado” a un público más amplio.
Medallas y otros objetos religiosos, como rosarios o crucifijos, han sido encontrados tanto en fosas sublevadas como republicanas. Esto sugiere una religiosidad popular en la sociedad española de los años treinta que trasciende los paradigmas dicotómicos simplistas que asocian a los sublevados con la religión católica y a los republicanos con el anticlericalismo y/o laicismo. Ahora bien, una medalla de advocación mariana no es solo un símbolo de la fe ni necesariamente implica que su portador fuese creyente practicante. Estos objetos personales tenían un fuerte componente emocional vinculados a la memoria familiar. Eran regalos comunes en bautismos o comuniones, así como también podían servir como amuletos de protección; quizás necesarios en su intento de huida.
UOG/CLS