Moneda franquista, acuñada en Austria
Creator: Junta de Defensa Nacional
Contributor: López-Sánchez Toda, José Luis
Source:
Adrian Shubert private collection
Date Created: 1938
Type: Coin
Extent: 1 item
48.20835, 16.3725
En una cara de esta moneda de 25 céntimos figura la fecha “1937 -Segundo año triunfal”, el lema franquista “España, una, grande, libre”, ambos en letras de estilo medieval, y el yugo falangista y flechas contra un sol naciente. En la otra, el escudo monárquico. Fue la única moneda emitida por el Gobierno franquista durante la Guerra Civil y fue acuñada en Viena, Austria.
El régimen rebelde hizo un mejor trabajo que los republicanos a la hora de afirmar el poder estatal y organizar la economía, pero todavía hubo algunas funciones básicas que no pudo cumplir, y producir sus propias monedas fue una de ellas. La Casa de la Moneda española y el personal cualificado que allí trabajaba se encontraban en territorio republicano, y un intento de establecer una casa de moneda rudimentaria en Burgos a finales de 1936 fracasó. Esto dejó que las grandes cantidades de metales preciosos que el régimen adquirió mediante la expropiación de propiedades de sus enemigos y las donaciones de sus partidarios languidecieran en los sótanos del Banco de España de aquella capital. Como resultado, la gente en territorio rebelde continuó usando monedas republicanas hasta bien avanzada la guerra.
El Gobierno franquista emitió un decreto anunciando la creación de la nueva moneda de 25 céntimos para hacer frente a “la escasez de monedas pequeñas para transacciones pequeñas” el 5 de abril de 1938. El momento es interesante. Todavía no tenía una casa de moneda, pero uno de sus mejores amigos extranjeros sí la tenía, y disponía de mucha capacidad libre. Apenas tres semanas antes, el 13 de marzo, Hitler había llevado a cabo el Anschluss, incorporando Austria, donde había nacido, al Tercer Reich. La Casa de la Moneda de Austria ahora tenía menos que hacer, y las monedas de níquel y cobre de Franco se producían allí en planchas fabricadas por una fábrica de artículos de metal en Berndorf, Austria, perteneciente al imperio Krupp.
Acuñar estas monedas fue un cambio pequeño en comparación con la enorme asistencia militar que Alemania brindó a los rebeldes, pero ilustra las formas en que el apoyo internacional influyó en la guerra, llegando incluso a la vida cotidiana de los españoles comunes y corrientes. Estas monedas fabricadas en Austria permanecieron en circulación hasta 1951.