Burguesía republicana: el poder

En esta foto se retrataron Emilio Martínez Garrido, alcalde de Vigo -en el centro, con gafas- acompañado de un grupo de civiles y militares en una visita institucional al cementerio de Pereiró, en Vigo. Entre los fotografiados, se encuentra el capitán de infantería Antonio Carreró Berges -a la derecha del alcalde, con sable- quien solo unos meses después de la foto sería responsable de ordenar el fusilamiento del propio Martínez Garrido con ocho compañeros más de la corporación local en esas mismas tapias del cementerio de Pereiró. La fotografía muestra la propia disposición del poder en el tiempo anterior al golpe y da cuenta del significado profundo que tuvo la violencia desplegada para su ejecución. Representa la preeminencia la burguesía republicana, de la que Emilio Martínez Garrido, industrial y político socialista es un buen representante, y los motivos de fondo de la necesidad de los militares golpistas de convertir a los poderosos en delincuentes para legitimar su actuación facciosa. 

Desde finales del siglo XIX y a lo largo del primer tercio del siglo XX, en todas las ciudades y pueblos de tamaño medio de Galicia, fue creciendo una nueva clase burguesa al calor de los cambios económicos y sociales del momento. El desarrollo de nuevas industrias, el crecimiento del sector servicios y las profesiones liberales hicieron valer una nueva clase que se identificaba mayoritariamente con las ideas progresistas, liberales y republicanas. Esta burguesía participó en la conformación de los grandes movimientos sociales y políticos del período, como el agrarismo o el movimiento obrero, además de nutrir las filas del republicanismo y el galeguismo. Su preeminencia explica, por ejemplo, el triunfo obtenido por la candidatura republicana en las elecciones locales de 1931 en los principales núcleos urbanos y semi-urbanos de Galicia. 

Posicionados en diferentes partidos dentro del amplio rango del espectro republicano, mantuvieron en común su rechazo al militarismo y el apoyo a las opciones reformistas y pactistas a izquierda y derecha. Muchos de los diputados, concejales y alcaldes del período republicano pertenecieron a este grupo que acumulaba así un gran capital de poder político y social. Por todas estas razones, fueron un objetivo singular de los golpistas y sufrieron la violencia de un modo muy intenso, conformando una parte sustancial de las víctimas del golpe de 1936 en Galicia. 

AMM