Listado de españoles evacuados de Barcelona por parte del Consulado de Francia
Repository: Arnau Gonzàlez i Vilalta Archives (AGVA)
Repository: Fons Cònsol Jean Trémoulet, Guerra Civil
Creator: Consulado de Francia
Date Created: 1936-08
Type: Lists
Extent: 1 item
41.38289, 2.17743
A escasas 48 horas del estallido del golpe de Estado en Barcelona el 19 de julio de 1936, los consulados europeos solicitaban a sus gobiernos el envío inmediato de unidades de las marinas de guerra. La Marine Nationale, la Royal Navy o la Regia Marina serían movilizadas desde sus bases en el Mediterráneo para atracar en el puerto de la capital catalana, como en el Cantábrico o en Valencia. En una acción coordinada entre los cónsules italiano Giorgi, el británico King o el francés Trémoulet, se trataba de evacuar a las colonias extranjeras allí residentes especialmente numerosas en esa Barcelona industriosa y cosmopolita. Con la colaboración imprescindible de las autoridades catalanas, entre las que destacaron los consejeros Josep Maria Espanya y Ventura Gassol, ambos de Esquerra Republicana de Catalunya y bajo la presidencia de Lluís Companys, el puerto de Barcelona se llenaría de naves con pabellón extranjero que evacuaron a miles de ciudadanos de diferente nacionalidad entre unos milicianos de la CNT-FAI que los observaban de manera desafiante.
Pero no sólo eran extranjeros los que intentaban salir de Cataluña con la ayuda de la Generalitat y de consulados. Miles de catalanes perseguidos por el estallido revolucionario liderado por los anarquistas solicitaron refugio desesperado en esos barcos rumbo a Marsella o Génova. Se trataba de los sectores conservadores catalanistas, religiosos como el Cardenal F. Vidal i Barraquer, aristócratas y hasta miembros de los partidos de centroizquierda como Acció Catalana Republicana o de la misma gubernamental ERC que no aceptaron el asalto parcial al poder de la extrema izquierda.
El documento reproducido aquí es solo una de las cuantiosas listas de refugiados catalanes que pedían y conseguían ser evacuados por la marina militar francesa o por las naves civiles enviadas con ese objetivo. La duda era importante, evacuar a los españoles: ¿sí o no? Por parte francesa e italiana no se dudaría en dar cobertura a los españoles, a diferencia de la restrictiva actitud británica. No sería una tarea fácil ni exenta de riesgos, en tanto que los evacuados con pasaporte español no debían poder salir. Se utilizaron todo tipo de engaños, así como de sobornos a los anarquistas que controlaban el puerto. Hubo polémicas acerca de ciertos pagos a algunos consulados y de tráfico de joyas por parte de algunas tripulaciones de barcos mercantes.
En definitiva, entre extranjeros y catalanes -gran parte monjas y curas en peligro de ser asesinados-, unas 28.000 personas serían evacuadas por vía marítima entre 1936 y 1938 por Francia e Italia -otros miles por los pasos ilegales de los Pirineos-. Con su colaboración, el Gobierno catalán privilegió el humanitarismo de salvar vidas, al hecho de retener a posibles aliados del bando rebelde por mucho que el Gobierno de Franco se negara a hacer lo mismo en su zona.
AGV