Zapato “paseado”
Source:
Fernando Serrulla, Instituto de Medicina Legal de Galicia
Extent: 1 item
43.37097, -8.39594
Esta bota fue encontrada en la fosa del cementerio de Santa Eulalia de Vilacoba (Lousame, A Coruña), durante una intervención realizada a finales de 2022 para localizar los restos de Manuel García Hermo. Sastre de profesión, habría sido sepultado aquí el 30 de agosto de 1936, a menos de un kilómetro del lugar donde fue “paseado.
En Galicia, este tipo de asesinatos al margen de procesos judiciales formales representa un 38,5% del total de asesinatos entre 1936 y 1939, según la base de datos Nomes e Voces. La investigación histórica previa indicaba que, en este espacio, además de los restos de Manuel, también se encontraban los restos de otras cuatro víctimas. Esto encajaría con la mayoría de las fosas en Galicia que, al igual que esta, se encuentran en cementerios eclesiásticos y contienen un número de víctimas relativamente reducido.
Las primeras observaciones del equipo forense coincidían con los datos disponibles de la víctima: un varón de 37 años asesinado en 1936. Sin embargo, las pruebas de ADN realizadas descartaron una relación de parentesco con la familia de Manuel. No obstante, el análisis forense confirmó una muerte violenta a partir de los restos de proyectil hallados en fragmentos de tejido cerebral saponificados (cuando la grasa se convierte en jabón). Esto permitió confirmar que, aunque no era Manuel, los restos correspondían a una “víctima del 36”.
Entre los restos sartoriales destaca este zapato abotinado, hormado en cuero con tacón de goma y tachuelas de hierro, en una talla 40 o 41. Los materiales, la calidad, los colores y el estilo de los zapatos invitan a una reflexión sobre la clase y el género. Así, unos zapatos de cuero nos hacen pensar en una persona con una posición socioeconómica distinta a aquella que calzaba unas alpargatas rematadas con trozos de caucho o neumático.
Atendiendo al género, este zapato masculino contrasta con otros hallazgos de zapatos femeninos. Destacamos los zapatos de tacón, de piel y madera. Dichos tacones fueron encontrados engarzados a los metatarsos del individuo 23 en la fosa 115 del cementerio de Paterna (València), donde yacen más de dos mil personas fusiladas. Gracias al trabajo de investigación del equipo transdisciplinar de ArqueoAntro, sabemos que estos salones pertenecieron a Vicenta Mena Mahiques, fusilada el 8 de marzo de 1940. La altura del tacón y su corte salón nos hacen pensar que, quizás, esta anarquista y sastresa llevara puestos (unos de) sus mejores zapatos para su ejecución, como un gesto de resistencia contra la pena capital.
UOG/CLS