Soldados franquistas en el Mediterráneo
Repository: Biblioteca Nacional de España, Madrid, Spain
Date Created: 1938
Type: War photography
Extent: 1 item
Geographic Region: Vinaroz, Spain, Madrid, Spain
40.4704, 0.47461
El 15 de abril de 1938, las tropas franquistas conquistaron la localidad de Vinaroz, en la costa mediterránea. Con ello, el territorio republicano volvía a quedar cortado en dos. Cataluña quedó aislada de la zona centro. Este fue el momento más simbólico de la completamente exitosa ofensiva de Aragón que lanzó Franco el 7 de marzo y que concluyó el 19 de abril. Fue un golpe casi mortal a la República, del que ya esta nunca se recuperó completamente.
La Ofensiva de Aragón fue desatada apenas tres semanas después de la derrota republicana en Teruel. Los republicanos en el frente aragonés estaban agotados, la mitad de sus soldados no tenían armas, eran tropas bisoñas y la aviación era ya muy inferior a la rebelde. Sus mandos pensaban que Franco volvería a retomar el plan de atacar Madrid por Guadalajara, y que en todo caso sus ejércitos estaban tan agotados como los suyos. Se equivocaron. Las tropas rebeldes estaban muy altas de moral, mejor equipadas que nunca, contaban con una abrumadora superioridad en hombres, tanques, artillería y aviación, y tenían un buen plan de batalla.
La ofensiva penetró con facilidad a través de las líneas republicanas. A pesar de numerosos ejemplos de coraje, en los que destacaron las muy desgastadas Brigadas Internacionales, hubo frecuentes casos de deserciones, rendiciones en masa e incluso fugas hacia las líneas enemigas. Los esfuerzos del mando republicano por crear líneas de defensa se vieron frustrados repetidamente por la velocidad de los atacantes y su control de los aires, que les permitieron machacar casi sin oposición a las tropas leales.
La ofensiva estuvo también acompañada por una intensa campaña de bombardeo contra localidades de Valencia y Cataluña. Esta no se limitó a objetivos estratégicos sino también a aterrorizar a la población civil. En este último aspecto fue notoria la campaña decidida por Mussolini de bombardear Barcelona de forma sistemática entre el 16 y el 18 de marzo, que causaron más de 1.000 muertos.
La derrota causó una crisis en el Gobierno de Juan Negrín. El Ministro de Defensa, Indalecio Prieto, salió del gabinete porque creía que la guerra ya estaba perdida. También aparecieron las primeras grietas importantes entre los republicanos que se resentían del poder de los comunistas en el Ejército Popular. Estas divisiones se acentuaron en los meses siguientes y causarían un año después la crisis política y militar final de la República. Negrín sabía que solo una victoria espectacular y un súbito apoyo de Francia y el Reino Unido podrían salvar a la República. Lo primero lo intentará en Julio en el Ebro. Lo segundo nunca llegaría, pues ambas potencias estaban todavía intentando apaciguar a Hitler, al que acababan de permitir anexionarse Austria.
Con el hundimiento del Frente de Aragón, los republicanos quedaron en una clara inferioridad bélica y estratégica. Si Franco hubiese proseguido su avance sobre Cataluña seguramente la habría conquistado con facilidad, pues había pocas tropas enemigas en su camino. En cambio se decidió, en una decisión criticada desde entonces, por avanzar sobre Valencia, que representaba una ruta mucho más ardua y distante que la que le podía haber llevado hasta Barcelona.