Convivencia política antes del golpe de Estado
Source:
El Compostelano
Date Created: 1935-03-07
Type: Newspapers
Extent: 1 item
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Los años republicanos fueron intensos en cuanto a movilizaciones políticas y sociales. El ámbito institucional de representación democrática se había ensanchado significativamente, haciendo posible que sectores obreros y campesinos accedieran a puestos de responsabilidad que antes les fueron negados. Esto facilitó la legitimación del nuevo régimen republicano entre las clases populares y llevó a que la disputa política tuviese una traducción electoral democrática.
La derecha comprendió pronto el nuevo contexto y creó a lo largo de 1932 el primer partido de masas conservador de la historia de Galicia: la Unión Regional de Derechas, lo que contribuyó a que muchos sectores derechistas se integraran en la dinámica electoral y, además, con éxito. Asimismo, el nacionalismo gallego se dotó en 1931 de una organización de masas, el Partido Galeguista. Los republicanos de izquierda y el PSOE hicieron valer su experiencia electoral previa para consolidar sus candidaturas en un contexto altamente competitivo, en el que el agrarismo seguía siendo el principal movimiento de masas de Galicia.
Con todo, hubo muchos ámbitos de confrontación y protesta: huelgas muy largas como la pesquera de Vigo de 1932, así como intentos insurreccionales como el anarquista en diciembre de 1933. Tampoco la huelga general de octubre de 1934 tuvo opciones reales de triunfo. La huelga general convocada por las centrales obreras se desarrolló siguiendo las pautas de este tipo de movilizaciones, como un ritual bien conocido después de décadas de experiencia. Las consecuencias fueron semejantes a las de la huelga de 1917, de las que los militantes más veteranos tenían memoria: centros sindicales clausurados, publicaciones de orientación obrerista cerradas y dirigentes reconocidos que pasaron varias semanas entre rejas. El efecto fue, sobre todo político, pues implicó la renovación de los gobiernos municipales para ponerlos en sintonía con la nueva mayoría de centro-derecha radical-cedista.
En términos generales, la alineación política no fue óbice para que existieran también amplios espacios de convivencia. Además de los lugares de sociabilidad informal, clubes deportivos o sociedades recreativas, diversas organizaciones tuvieron una clara impronta pluralista, como fue el caso emblemático del Seminario de Estudos Galegos. Existieron proyectos transversales que unieron también a personalidades de sensibilidades políticas bien distintas, como fue el proyecto de Estatuto de Autonomía de Galicia, protestas como la del ferrocarril de 1932 o el caso de la petición de conmutación de las penas de muerte de los sentenciados por octubre de 1934 de cientos de intelectuales y profesores de la Universidad de Santiago que se representa en la imagen. Los firmantes apoyaron opciones electorales distintas en febrero de 1936, pero muchos de ellos aún tendrían la ocasión de volver a unirse en la campaña del Estatuto de Autonomía de junio de ese mismo año.
AMM