El colaborador nazi Leon Degrelle se escapa a España
Creator: Martín, Vicente
Source:
Kuko Fototeca, KUTXA_MACA_1_2733_2526_00001
Date Created: 1945-05-08
Extent: 1 item
43.32242, -1.98389
Una de las principales preocupaciones de la inteligencia aliada en 1945-1946 fue medir la existencia continuada de actividades nazis manifiestas en España. Los aliados temieron que los grupos nazis “que se quedaban atrás” o “hombres lobo” dentro de la colonia alemana continuaran defendiendo la ideología nazi y trataran de integrarla en la vida de la colonia y en la sociedad española en general. Estos grupos de “hombres lobo” nunca fueron numerosos, ni constituyeron nunca una amenaza real para el Estado español o para la seguridad en general; no obstante, estaban presentes y activos, buscando de forma abierta favores del gobierno español y tal vez incluso influencia en ciertos asuntos sobre el régimen de Franco.
Como resultado, los aliados desarrollaron un programa que buscaba deportar a ex nazis de España de y otros estados neutrales a las zonas de ocupación de Alemania, donde tendrían que pasar por procedimientos de desnazificación. Este programa de repatriación fue, en muchos sentidos, una extensión del proceso de desnazificación que se estaba implementando en territorio alemán.
En 1945, las embajadas británica y estadounidense en Madrid compilaron una lista de 1.600 personas sospechosas, pero en 1947 los aliados solicitaron que sólo 104 fueran deportadas. Aproximadamente 265 alemanes serían deportados de España en 1946 y 1947, pero entre estos no estuvo ninguno de los que figuraba en esa lista. Otros regresaron voluntariamente a Alemania y, aunque es imposible calcular cuántos, es seguro asumir que fueron pocos. La razón principal por la que el número de deportados fue tan pequeño fue que el régimen de Franco protegía a los nazis asentados o escondidos en el país.
Una preocupación secundaria de los aliados fueron los nazis que entraron en España cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, buscando refugio y escondiéndose de la persecución. Hubo dos casos famosos. Uno de ellos fue León Degrelle, líder del fascista Partido Rexista en Bélgica, que había colaborado ampliamente con los ocupantes nazis de su país. En la foto, se ve el avión que le trajo a España después de que se estrelló en la playa de San Sebastián el 8 de mayo de 1945. Bélgica le retiró su ciudadanía el 19 de diciembre de 1945, pero se le permitió permanecer en España y adquirió la ciudadanía española. Hizo su primera aparición pública en 1954. Murió en Málaga en 1994.
Otra de esas figuras fue Otto Skorzeny, un miembro de las SS nacido en Austria que se hizo famoso por rescatar al líder fascista italiano Benito Mussolini de sus prisión en septiembre de 1943. Skorzeny escapó de un campo de detención aliado en la Alemania ocupada en 1948. En 1952, se estableció en España. Fue uno de los más de 100 oficiales nazis que vivieron allí. Dirigió un negocio de importación y exportación en Madrid, mantuvo vínculos con muchos ex nazis y apareció con frecuencia en la prensa española durante la década de 1960 hablando de sus hazañas durante la guerra. Murió en Madrid en 1975.
DM