La “pirámide los italianos”
El culto a los “caídos” formaba parte esencial de la mística fascista. Los muertos en combate eran un “ejemplo eterno de valor, sacrificio y heroísmo” para las nuevas generaciones y garantía de continuidad de la nación, entendida como una comunidad en el pasado. De manera que el régimen de Mussolini emprendió desde el primer momento una campaña de monumentalización de masa, construyendo enormes cementerios y monumentos «del recuerdo» que ensalzaban la Primera Guerra Mundial o las guerras del fascismo. Además, después de la derrota de Guadalajara en marzo de 1937 las largas listas de muertos ya no podían ser ocultadas y se hizo necesario celebrarlas públicamente mediante rituales colectivos de estetización y de hacer espectáculo del duelo.
Tras el final de la guerra una patrulla denominada Onoranze Caduti, dirigida por el capellán Pietro da Varzi, se encargó de recoger los restos enterrados en cementerios militares o municipales dispersos por todo el país y trasladarlos al Sagrario Militar Italiano que se comenzó a edificar, con la iglesia de San Antonio de Padua, en Zaragoza en 1942 sobre un proyecto del arquitecto navarro Víctor Eusa. Allí una lápida recuerda a “los 4.183 italianos caídos en estas tierras de España en la guerra de 1936-1939”, al sumarse en 1945 también los nombres de los combatientes antifascistas.
Algunos, sin embargo, se llevaron en los años cincuenta al Valle de los Caídos y otros 384 se dejaron en el Puerto del Escudo, en un monumento construido en 1939 con forma de pirámide escalonada y una entrada que reproduce la M de Mussolini, diseñada por el arquitecto Attilio Radic. Se inauguró en el verano de 1939, segundo aniversario de la ofensiva sobre Santander, y fue visitado por el ministro Galeazzo Ciano.
En mayo de 1971 un accidente de autobús con familiares llegados de Italia que iban a visitar el mausoleo provocó la muerte de doce personas y en 1975 el gobierno italiano decidió la exhumación de los cuerpos: 268 fueron repatriados y el resto se trasladó al Sagrario Militar de Zaragoza.
Las asociaciones de Memoria Histórica han solicitado en varias ocasiones la demolición de la llamada «pirámide de los italianos», pero en febrero de 2024 la Junta de Castilla y León, gobernada por una coalición del PP y el partido de extrema derecha VOX, lo declaró Bien de Interés Cultural (BIC) para impedirlo. Su conservación no ha ido acompañada de ninguna iniciativa de resignificación ni de interpretación y didáctica del monumento, para explicarlo en el contexto histórico de la agresión fascista contra la Republica Española, y permanece, al menos por el momento, como un hito más para nostálgicos del fascismo y de la dictadura franquista.
FJMS