La Falange
Source:
Terra e Memoria, fondo Nomes e Voces-Histagra (Quiñoy Pandelo), nº 5042 0011 0001
Date Created: 1936, 1939
Type: Photograph
Extent: 1 item
La Falange Española de las JONS, resultado de la fusión entre las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, de Ramiro Ledesma Ramos, y la propia Falange, de José Antonio Primo de Rivera, supuso la expresión más evidente del fascismo español en Galicia.
Sin embargo, la implantación previa al golpe del 18 de julio de 1936 fue, para decepción de sus líderes y cuadros que la integraban, escasa o, en determinas zonas, incluso inexistente. Sin líderes carismáticos, ni la capacidad de adaptar su discurso y su praxis a las particularidades gallegas, su retórica inflamada, parafernalia efectista y prácticas escuadristas estuvieron lejos de seducir y captar los apoyos necesarios para adquirir el estatus de partido de masas al que los “camisas viejas” aspiraban.
Con una presencia mínima en el rural en un enclave eminentemente agrario, sus principales células se restringían a las ciudades y villas, pero no estando integradas estas, en ningún caso, por una mayoría de extracción proletaria, sino por un conglomerado en el que compartían militancia desde intelectuales y universitarios afiliados al SEU, hasta profesionales de la medicina, pasando por abogados u otros perfiles de clase media.
Es precisamente el golpe de Estado el que realmente otorga un papel trascendental a la Falange. Si bien las elecciones de febrero del 1936, donde apenas sacaron unos 50.000 votos en toda España, habían supuesto un incremento de su presencia en la sociedad civil y un engrosamiento en sus filas, es su apoyo a los militares insurrectos lo que realmente confiere a la Falange un rol fundamental en Galicia. Rol, por otra parte, que, en la Galicia de retaguardia, disputa con otras formaciones reaccionarias o conservadoras adheridas al alzamiento, fundamentalmente las Juventudes de Acción Popular y Requetés. El decreto de unificación de abril del 1937 agrupará a las formaciones que habrían aceptado unirse al golpismo contra el incipiente régimen democrático español en el partido único Falange Española Tradicionalista y de las JONS.
Su papel no se limitó a la incorporación de parte de sus cuadros a las filas del ejército sublevado. Toda la maquinaria del partido, encuadrada en las distintas secciones que lo componían, fue movilizada para la consecución de los objetivos golpistas en una zona de retaguardia. Dichos objetivos fueron numerosos, destacando los que pasaron por la represión feroz y eliminación física del adversario político, el reclutamiento y la propaganda a ultranza a favor del “Glorioso Movimiento Nacional”, el apoyo logístico en materia de recaudaciones bajo el eufemismo de “Suscripciones Patrióticas”, o su aporte a la consecución de la institucionalización del Nuevo Estado.
GUPC/MCV