Moneda austriaca de 2 chelines conmemorativa del canciller Engelbert Dolfuss
Creator: Grienauer, Edwin
Source:
Private collection
Date Created: 1934
Extent: 1 item
48.20835, 16.3725
En 1931 Engelbert Dollfuss (1892-1934) En 1931 asumió la cartera de Agricultura del gabinete conservador presidido por Otto Ender. Gracias a su gestión eficaz, en mayo de 1932 pasó a presidir una nueva coalición conservadora que agrupaba a socialcristianos, agrarios y al Heimwehr. Este último partido era el brazo político de las milicias paramilitares de extrema derecha, que estaba en continua lucha callejera con la Republikanischer Schutzbund, la formación paramilitar socialdemócrata.
El gobierno se apoyaba en una exigua mayoría parlamentaria, combatida por los socialdemócratas y los partidarios de la anexión a Alemania, y en marzo de 1933 Dollfuss dio un golpe de mano y disolvió el Parlamento estableciendo una dictadura. En mayo fundó el Frente Patriótico, partido católico y autoritario inspirado en el Partido Fascista italiano, e ilegalizó a al resto de los partidos. En mayo de 1934, proclamó una constitución autoritaria, inspirada en los principios del corporativismo católico.
El gobierno Dollfuss persiguió a las organizaciones obreras, que el 16 de febrero se alzaron en armas, en un episodio conocido como la guerra civil austriaca. El conflicto duró cuatro días y se saldó con una brutal represión. Firme defensor de la nación austriaca, Dollfuss también combatió a la extrema derecha nacionalsocialista, partidaria de la unión con Alemania. El 25 de julio fue asesinado por los nazis austriacos durante un fallido golpe de Estado que contó con el respaldo del Tercer Reich.
La evolución de Austria en estos años permite comprender que la agitada vida política española durante la Segunda República no fue excepcional en la Europa de entreguerras: la brutalización del lenguaje político, la presencia de grupos paramilitares vinculados a los partidos, los enfrentamientos callejeros entre ellos, la fascistización de un sector del conservadurismo, las derivas autoritarias o las tentativas insurreccionales resultaron frecuentes en el continente.
La sombra de Dollfuss planeó sobre la república española. El caudillo austriaco fue un referente de José María Gil Robles y la CEDA, tanto por su oposición a los socialdemócratas, como por su defensa del corporativismo católico o por su pulsión autoritaria. Enfrente, los socialistas justificarían la insurrección de octubre de 1934 por el temor a que Gil Robles, “el Dollfuss español” (El Sol, 16 de febrero de 1934), emulara al canciller austriaco instaurando un gobierno despótico y reprimiendo a los partidos y sindicatos obreros.
MML