El Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico franquista en Cataluña
Creator: Pérez de Rozas
Source:
Arxiu Fotogràfic de Barcelona. AFB3-134. C1-006-056-17. AFB3-134. C1-006-056-17
Date Created: 1939-09-17
Extent: 1 item
41.38289, 2.17743
La revolución social, que surgió como reacción al golpe de estado del 18 de julio de 1936, y la subsiguiente guerra, tuvo un profundo impacto en el patrimonio cultural. Las destrucciones iconoclastas en zonas republicanas fueron rápidamente contrarrestadas en materia de salvaguarda por la acción de los gobiernos central y autonómico. La República capitalizó su política de salvaguarda en el terreno de la propaganda internacional, y el bando franquista respondió con la creación, en abril de 1938, del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional (SDPAN). La fotografía muestra a agentes de SDPAN en la Estación de Francia de Barcelona recibiendo las obras de arte que habían sido enviadas a París para la exposición sobre “El arte catalán, del siglo X al XV”.
El SDPAN se estableció como una entidad militar, formada por profesionales del ámbito patrimonial, destinada a gestionar el patrimonio en los territorios ocupados por el ejército rebelde. El servicio se organizó en delegaciones regionales. En Cataluña, la Comisaría de la Zona de Levante fue la responsable de controlar el patrimonio tras las ocupaciones militares.
Desde Aragón, el SDPAN organizó el plan para la ocupación de Cataluña contando con la participación de medio centenar de personas bajo el mando de José María Muguruza Otaño, Comisario de la Zona de Levante del SDPAN. Esta avanzadilla de agentes estaba formada mayoritariamente por aragoneses y catalanes. Este último grupo, liderado por Enric Monjo Garriga, debía informar de las peculiaridades del territorio catalán.
Después de sus primeras actuaciones en las provincias de Teruel, Huesca y Zaragoza, a partir de abril de 1938, los agentes intervinieron en la provincia de Lleida elaborando informes e inventarios de los bienes que encontraron. Finalizada la Batalla del Ebro, en noviembre de 1938, los agentes continuaron su acción hacia el resto de Catalunya centrándose en controlar los grandes depósitos de bienes culturales. En Barcelona pusieron en práctica el "Plan de Ocupación" y asignaron agentes a los diferentes distritos de la ciudad.
Una vez consolidada su presencia en Cataluña, los agentes del SDPAN se dirigieron a los depósitos de salvaguarda del patrimonio republicanos, cercanos a la frontera francesa, en Olot, Peralada, Figueres, Darnius, Agullana y La Vajol. Así pues, la labor del servicio durante la guerra se tradujo en la toma de control del patrimonio que las instituciones republicanas previamente habían salvaguardado y reunido en depósitos.
Este método impidió la reclamación de propietarios que estuvieran perseguidos políticamente, sumidos en los procesos punitivos del franquismo o en el exilio, así como de personas que habían muerto durante la guerra. Los bienes no reclamados fueron cedidos en depósito a museos e instituciones públicas y privadas, donde en muchos casos aun residen.
ECC