José Luis Moreno Campos

Mi nombre es José Luis Moreno Campos. Nací en 1958 en un pequeño pueblo de Cuenca, Santa Mª del Campo Rus. Aunque he vivido toda mi vida en Madrid,

Ahora siento la falta de curiosidad de cuando era un niño o un adolescente. Cuanta memoria se ha perdido.

Mi abuela, Natividad Moreno, nacida en la Navidad de 1900, me dio los billetes de banco que había estado guardando desde el final de la guerra civil. A finales de los años 70 del siglo pasado, y aprovechando unas vacaciones que estaba pasado yo en nuestro pueblo, mi abuela me dijo que fuera con ella a su cuarto, el lugar donde yo había nacido, que me iba a dar algo.

Abrió el arcón donde guardaba la ropa de cama y, en un gran ato de tela, la cosecha de azafrán sin vender del año anterior. En una balda que tenía en la parte superior, en el fondo, debajo de otros documentos, había un sobre que contenía billetes de banco, emitidos antes de 1936. Me lo dio asegurándose de que lo guardaría con el mismo sigilo y la misma precaución con que ella lo había hecho, y que no le dijera a nadie que los tenía, ni quién me los había dado. Se notaba que seguía teniendo miedo, que todavía pudiera ocurrirle algo malo, a pesar de que Franco ya había muerto.   

Con este relato quiero poner de manifiesto el miedo con el que la sociedad vencida vivió durante la posguerra, que ni tan siquiera se atrevía a hacer visibles unos billetes que no fueron emitidos por la Republica, acuñados en los años 1923 y 1928 (el de 100 pts., de 1931, es el único emitido pocos días después de proclamarse la II Republica), y que no fueron canjeados por los nuevos billetes emitidos por el franquismo.  Desconozco el motivo el motivo por el que no fueron cambiados por la nueva peseta, y ya es tarde para saberlo. 

Espero que esto sirva para que pequeñas historias como esta, que varias generaciones posteriores a la guerra todavía conservamos, no se pierdan.