Monjumento a la memoria del General Sanjurjo, Cascais

Después de ser amnistiado en marzo de 1934, el general José Sanjurjo Sacanell (1872-1936), responsable de un golpe de Estado fallido contra la República, vivió exiliado en Estoril, Portugal. Se implicó en la conspiración que precedió a la revuelta del ejército de julio de 1936 y se preveía que tomase el comando de las fuerzas rebeldes una vez que llegase a territorio español. Para ello, estaba previsto que volase desde Cascais, cerca de su casa, gracias a la ayuda de un viejo admirador suyo, el famoso piloto español Juan Antonio Ansaldo. El avión elegido para la misión era inadecuado dado el pesado equipaje de Sanjurjo y se estrelló durante el despegue matando a Sanjurjo. Ansaldo sobrevivió y luego sirvió con la fuerza aérea de los Nacionales durante la guerra. La muerte de Sanjurjo facilitó el ascenso de Franco al liderazgo del bando Nacional.

En 1961, con motivo del 25 aniversario de la muerte de Sanjurjo, se construyó un pequeño monumento en el lugar del accidente dedicado por sus “compañeros de armas”. Tiene forma de una cruz montada sobre una piedra rústica y está localizado de manera un tanto incongruente en el barrio acomodado de Quinta da Marinha. Una comparación con fotografías tomadas previamente muestra que ha sido trasladado para facilitar el tráfico. La inscripción es cada vez más ilegible, lo que denota la falta de atención al monumento de las autoridades locales. Dice que Sanjurjo murió mientras intentaba volver a España para unirse al “glorioso movimiento nacional”. El reducido tamaño del monumento muestra que hubo poco entusiasmo oficial por su construcción, tanto en el lado español como en el portugués.