Regulares
Creator: Andres, Erich
Repository: Centro Documental de la Memoria Histórica, Salamanca, Spain
Repository: Archivo fotográfico de Erich Andres
Source:
Reference Code
ES.37274.CDMH//FOTOGRAFÍAS_ERICH_ANDRES,2799
Date Created: 1936
Type: Photographs
Extent: 1 item
Geographic Region: Illescas, Spain
40.12484, -3.84927
En 1936 España contaba con unos 32.000 hombres en el ejército colonial en Marruecos. Más de la mitad eran soldados europeos y el resto tropas indígenas. Aquellas componían la Legión, batallones de cazadores y de ametralladoras, artillería e ingenieros. Las tropas coloniales estaban encuadradas sobre todo en los Regulares y en las Mehalas. En su conjunto, eran las mejores tropas con que contaba el ejército español. Todas ellas acabaron controladas por los militares rebeldes. Estos estaban liderados por los coroneles Luis Soláns (Melilla), Eduardo Sáez de Buruaga (Tetuán) y el teniente coronel Juan Yagüe (Ceuta), que arrestaron, destituyeron y asesinaron al general Manuel Romerales (Melilla) y el jefe supremo en Marruecos Agustín Gómez Morato, quien salvó su vida pero fue condenado a prisión. También detuvieron y asesinaron a la mayor autoridad gubernamental en el Protectorado, el Alto Comisario Arturo Álvarez-Buylla. Tal y como había previsto Mola, Franco se hizo cargo el 19 de julio del ejército del Protectorado.
Las tropas coloniales, y en especial las compuestas de nativos y la Legión, tenían merecida fama de ser aguerridas y cruentas. Pronto iban tener oportunidad de hacer honor a su reputación, pues nada más comenzada la rebelión sus mandos comenzaron a enviarlas al Sur de la Península, primero para apoyar a Queipo de Llano en Sevilla y asegurarse los puertos de Algeciras y Cádiz, y luego para formar las columnas que iban a avanzar hacia Madrid vía Extremadura. El 18 de julio, el destructor Churruca y la motonave Ciudad de Cádiz llevaron 220 hombres a Cádiz. Al día siguiente, el cañonero Dato y el carguero Cabo Espartel transportaron 170 más a Algeciras. Sin embargo, los planes para llevar tropas por mar se torcieron cuando la mayoría de los buques de guerra permanecieron en el bando leal después de amotinarse sus tripulaciones contra los mandos, que en su inmensa mayoría habían intentado unirse a la rebelión. Tal fue el caso del Churruca que ahora pasó a servir a la República. Los rebeldes tan solo consiguieron pasar en los días siguientes, 24 y 25 de julio, a 150 hombres en dos faluchos, y solo porque tomaron ventaja de la niebla existente en el Estrecho de Gibraltar. En esos momentos, la débil aviación republicana y sobre todo la marina mantenían el estrecho prácticamente bloqueado.
Desde el día 19 hasta el 28 de julio el tránsito de tropas continuó de forma muy precaria a través de un puente aéreo con unos pocos aviones pequeños que no podían transportar más de 10-15 hombres cada uno. Dos factores vendrían a remediar esta difícil situación para los rebeldes. Una fue la llegada de veinte transportes alemanes de gran capacidad Ju 52/3 (y junto 6 aviones de escolta) el día 28 y, algunos días después, de 9 bombarderos Savoia-Marchetti SM 81 italianos convertidos en transportes. Estos aviones comenzaron un puente aéreo masivo. El otro factor fue el posicionamiento de una potente escuadra alemana en las inmediaciones del Estrecho que disuadió a la flota republicana de continuar con el bloqueo. El Ejército de África tenía ahora vía libre para cruzar el Estrecho.