La Huella (Monumento al Gudari)
Creator: Novella, Juan José
Repository: Colección privada Jon Penche
Date Created: 2006
Type: Monuments
Extent: 1 item
43.27453, -2.92169
La inauguración del Monumento al Soldado Vasco, que aparece en esta foto, en 2006 es uno de los pasos que se han dado en el siglo XXI para recuperar la memoria de los vascos que apoyaron y murieron por la República.
La Guerra Civil española dejó 20.970 muertos en el País Vasco durante la guerra y la posguerra hasta 1945, de las cuales casi dos tercios fueron causados por los sublevados. Solo durante los 13 meses que transcurrieron entre julio de 1936 y agosto de 1937, 100.000 vascos huyeron al exilio, entre ellos, más de 10.000 niños.
Un informe realizado por Amnistía Internacional en el año 2005 decía que en España no había existido una verdadera política de Estado para responder al derecho de las víctimas del franquismo a una reparación.
En el País Vasco las cosas no eran muy diferentes. Las primeras normativas al respecto se centraron en ofrecer cobertura económica a algunas víctimas. La primera ley, por ejemplo, llegó en 1983, tres años después de la primera sesión del Parlamento Vasco. En ella solo se reconocía a los altos cargos de la administración vasca y personal de confianza del primer Gobierno Vasco constituido en 1936.
El gran cambio llegó con el nuevo milenio. La movilización popular y la presencia de más de medio centenar de asociaciones memorialísticas, fueron clave para que los políticos se decidieran a encarar la situación. Un decreto autonómico publicado en noviembre del 2002 reconocía por primera vez que “ninguna indemnización podía devolver a las personas afectadas y a sus familiares lo que perdieron con motivo de la represión (…) en su lucha por las libertades”.
En 2004, un acuerdo entre el Gobierno Vasco y la Sociedad de Ciencias Aranzadi aceleró la localización e identificación de las personas desaparecidas durante la guerra. La expectación que ha acompañado a estas exhumaciones ha permitido conocer de cerca el sufrimiento de las víctimas. Hasta el 2022 se llevaron a cabo casi 50 exhumaciones exitosas en el País Vasco.
En el 2005, se anunció un Plan Integral para la Paz y la Reconciliación basado en el respeto a los derechos humanos y que recogía una mención expresa a la reparación de la memoria de las víctimas del franquismo. Además, el plan reconocía que la sociedad vasca estaba en “deuda” con estas víctimas.
La estrategia marcada por el nuevo plan también mencionaba la necesidad de celebrar actos públicos y de reconciliación, de recuperación del patrimonio histórico o la inauguración de monumentos a las víctimas, entre otros. El monumento al Gudari de Artxanda que homenajea a los miembros del ejército vasco (2006), el que recuerda a los marinos de la batalla de Matxitxako (2007), o el que rememora la resistencia durante la batalla de Intxorta (2007) son ejemplo de ello.
Tras el impulso ofrecido por la Ley de Memoria Histórica del 2007, el verdadero paso adelante sobre las políticas de memoria en el País Vasco se dio en 2014. El Parlamento Vasco aprobó la ley para la creación de Gogora, Instituto de la Memoria, Convivencia y Derechos Humanos. A partir de entonces, el instituto también se ha convertido en la principal referencia en materia investigación y de reconocimientos de las víctimas de la guerra y de la dictadura en el País Vasco.
UB/ MJV