Monolito en honor de los aviadores republicanos internados en el campo de Gurs
Creator: Amicale del Campo de Gurs
Contributor: Asociación de Aviadores de la República (ADAR)
Source:
Archivo de la Asociación de Aviadores de la República (ADAR)
Date Created: 2010
Extent: 1 item
43.28852, -0.75485
Entre los 450.000 españoles que huyeron a Francia en los primeros meses de 1939 y fueron internados en campos de Rosellón y Cerdaña se encontraban miembros de la fuerza aérea republicana. Inicialmente, fueron internados en un campamento improvisado en la playa de Argelès-sur-Mer, que carecía incluso de las condiciones sanitarias y de alojamiento más básicas. Meses después, el gobierno francés trasladó a 5.397 aviadores junto con miembros de las Brigadas Internacionales y del ejército vasco a un nuevo campamento en Gurs, en los Pirineos occidentales.
Este nuevo recinto de internamiento, pese a contar con instalaciones higiénico-sanitarias, tenía barracones de pésima calidad fabricados con delgadas tablas de madera recubiertas de tela alquitranada que ni siquiera contaban con una superficie que le aislara del suelo, por lo que, inicialmente, los internados tuvieron que dormir al raso hasta que se fabricaron sus propios camastros. Los aviadores republicanos se agruparon en los ilots (barracones) E, F y G, y gracias a los paquetes de alimentos donados por los cuáqueros, pudiendo complementar el escaso rancho que percibían de los franceses.
En Gurs, los aviadores españoles intentaron ser reclutados por Francia para combatir en Indochina e, incluso, hubo conversaciones con políticos y militares de Gran Bretaña para que se trasladaran a Egipto junto a una división de infantería republicana para defender el Canal de Suez. Al final, fracasaron todas las propuestas para volver a combatir y los únicos miembros de las FAR que salieron de Gurs fue un pequeño contingente que aceptó la posibilidad de asilarse en la Unión Soviética.
El resto de los aviadores españoles siguió viviendo en el campo en penosas condiciones que tan sólo fueron aliviadas por la movilización de los brigadistas internacionales, que era un contingente de internados muy politizado que se encargaron de organizar la limpieza del campo, crearon talleres culturales, construyeron pequeños monumentos con el fin de mantener la moral durante el confinamiento e hicieron un frente común ante los guardianes franceses.
A medida que se incrementaba la posibilidad de que estallara la guerra en Europa, Francia presionó a los aviadores para que ingresaran en la Legión Extranjera, en las Compañías de Trabajadores extranjeros o regresaran a la España de Franco. A partir de la invasión alemana de Francia, muchos de los antiguos internados de Gurs fueron perseguidos por las autoridades del régimen colaboracionista de Vichy o los nazis.
En el verano de 2010, a iniciativa de Emile Vallés, presidente del Amicale del Campo de Gurs, la Asociación de Aviadores de la República (ADAR) colaboró económicamente para erigir esta columna conmemorativa en la entrada del antiguo campo en memoria de todos los miembros de la Aviación de la República que habían sido internados en Gurs.
CL