Tras(pie)dra, Madrid
Stolpersteine, o piedras de tropiezo, son pequeños monumentos cuadrados de latón insertados en las aceras y calles de las zonas urbanas para recordar a las víctimas del nacionalsocialismo. Iniciados por primera vez en Alemania en 1992 por el artista Gunter Demnig, conmemoran la vida de personas en su última dirección o lugar de trabajo. Actualmente se han instalado en toda Europa decenas de miles de monumentos de este tipo en memoria de las víctimas del nazismo.
La stolpersteine se introdujo por primera vez en España en Cataluña en 2015, pero ahora hay cientos en todo el país. El primero en Madrid se instaló el 26 de abril de 2019. Este monumento colocado en el exterior de una casa de la calle Augusto Figueroa 6, en el centro de Madrid, recuerda a José Martínez Álvarez, nacido en Trubia (Asturias), deportado al campo de concentración de Mauthausen en 1941 y asesinado en el subcampo de Gusen en 1942.
Aproximadamente 7.500 españoles que habían huido a Francia al final de la Guerra Civil fueron deportados a Mauthausen, en Austria, donde fueron sometidos a trabajos forzados en condiciones atroces. Se cree que dos tercios de ellos murieron en el campo.
Desde el punto de vista artístico, las stolpersteine sirven como monumentos conmemorativos sorpresa. Al estar a ras de la acera, el peatón tropieza con ellos. Recuerdan a quienes se topan con ellos que el terror y la violencia pueden fácilmente invadir la vida cotidiana. Por este motivo, Dening se refiere a ellas como “advertencias”. En España, reflejan una doble victimización, primero a manos de los nacionalistas y luego a manos de los nazis.